Las obras de restauración llevadas a cabo durante ocho años han reducido el ángulo de inclinación de casi cuatro metros que sufre la torre italiana
Este 15 de diciembre reabrirá sus puertas con normalidad uno de los monumentos más famosos de Italia: la Torre de Pisa. La famosa ‘torre inclinada’ estaba siendo sometida a un proceso de restauración para tratar de reducir el ángulo de inclinación y de consolidación que constituyen todo un símbolo de identidad de la torre, que empezó a construirse en 1163 en la ciudad de Toscana.
Mediante esta última fase en el proceso de restauración, que comenzó en el año 2002, se pretenden mitigar los efectos que las 14.700 toneladas de peso y los 55,8 metros de altura ejercen sobre la inclinación de casi 4 metros que sufre la famosa torre.
Las imágenes muestran el antes y el después de la torre en los trabajos de estabilización. La imagen de la izquierda corresponde a una fotografía de antes de comenzar las obras de restauración en el año 1992. Mientras que la de la derecha es una imagen de 2010, tras la finalización de las obras, que muestra una ligera variación en el desnivel del monumento.