(CNN) - Joe Biden ganará Georgia, proyectó CNN el viernes , golpeando el corazón de lo que ha sido un bastión presidencial republicano durante casi tres décadas. El exvicepresidente es el primer candidato demócrata que triunfa en Georgia desde que lo hizo Bill Clinton en 1992.
La victoria de Biden suma 16 votos electorales a su cuenta, lo que lo eleva a 306, igualando el total del presidente Donald Trump en 2016. Con la proyección de CNN de que Trump ganará Carolina del Norte, el recuento final es 306-232, una victoria aplastante para el presidente electo, quien cambió cinco estados y un distrito del Congreso en Nebraska de rojo a azul en 2020.
La simetría le da al presidente otra píldora amarga para tragar. Trump ha pasado años tuiteando y hablando de su margen de victoria contra Hillary Clinton, uno que ahora se ha invertido en una reprimenda nacional final a su presidencia.
En Georgia, Trump había alcanzado una ventaja temprana en el conteo, pero Biden se adelantó a medida que se tabulaban los votos de Atlanta y sus suburbios.
El éxito histórico de la candidatura demócrata ha sido impulsado por un renacimiento de la organización de base que reunió a un electorado que se diversificaba rápidamente y a suburbios que, a la vez, crecen y se vuelven cada vez más inhóspitos para los candidatos republicanos. Los republicanos de Georgia han agravado el problema, ya que los legisladores estatales se han negado hasta ahora a expandir Medicaid bajo Obamacare y el gobernador Brian Kemp, en 2019, firmó un llamado "proyecto de ley de latidos del corazón", una de las leyes de aborto más restrictivas del país.
El éxito de Biden en un estado tradicionalmente republicano es la culminación de avances lentos y constantes del partido. Hace dos años, la demócrata Stacey Abrams se quedó muy corta en su candidatura a gobernadora, perdiendo ante Kemp en 1,4 puntos porcentuales. Su campaña, y el trabajo que ha realizado desde entonces, se ha centrado en sacar a los votantes demócratas que se habían quedado en casa en ciclos anteriores. Eso preparó el escenario para que Biden, un moderado, ganara a lo grande en los condados superpuestos y fuera de Atlanta, una ciudad en el corazón del Nuevo Sur.
"Hemos estado trabajando en esto durante más de una década. Y ha habido docenas de organizaciones y cientos de personas que han hecho de esta su misión principal", dijo Abrams a Jake Tapper de CNN esta semana en "State of the Union". "He tenido el privilegio de poder aportar recursos, tanto antes de las elecciones de 2018 como luego de los $ 40 millones que pudimos gastar en 2018 para construir una infraestructura demócrata que puede que no me haya dado una victoria en 2018, pero Ciertamente arrojó una victoria esta semana
Los candidatos presidenciales demócratas han estado cerrando la brecha con sus rivales republicanos en las últimas elecciones. Pero ninguno había repetido la hazaña de Bill Clinton de hace 28 años, cuando derrotó al titular George HW Bush. Barack Obama estuvo cerca. Hillary Clinton, en 2016, se acercó. Biden completó el proyecto.
Sintiendo la oportunidad en los últimos días de la contienda, la candidata a la vicepresidencia, la senadora Kamala Harris, a la que se unió Abrams, y Obama visitaron el estado. Aparentemente ansioso por un cambio hacia Biden, Trump también aterrizó en Georgia el fin de semana anterior al día de las elecciones.
A medida que Biden ganó terreno en los días posteriores a las elecciones, también lo hizo el retador demócrata al Senado Jon Ossoff en su campaña para derrocar al senador republicano David Perdue. Ninguno de los dos terminó alcanzando la mayoría de todos los votos, lo que significa que tanto su carrera como la elección especial para el otro escaño del Senado del estado se dirigen a la segunda vuelta el 5 de enero.
Los resultados de esas contiendas, Perdue contra Ossoff en una contienda y el reverendo demócrata Raphael Warnock contra la senadora republicana Kelly Loeffler en la otra, determinarán qué partido tiene la mayoría en el Senado el próximo año. Los demócratas tendrían que ganar ambos para cambiar los números a su favor.
Sin embargo, Loeffler y Perdue enfrentan la posibilidad de postularse sin Trump en la boleta. Aún así, están tratando de agarrar sus faldas de abrigo al acreditar sus escandalosas y falsas afirmaciones de fraude electoral masivo. La pareja incluso pidió la renuncia del secretario de estado republicano de Georgia, quien se negó.
Debido a que la carrera presidencial estaba tan reñida, con Biden arriba por un poco más de 14,000 votos, el estado comenzó una auditoría el jueves por la mañana. Está previsto que se complete la próxima semana. Pero la campaña de Trump puede, incluso si el margen no cambia, solicitar un recuento manual posterior.
