El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció este sábado el cierre de los colegios públicos de la ciudad durante el resto del año escolar, una medida que tildó de 'dolorosa' pero 'necesaria para salvar vidas', y para poder seguir implementando el distanciamiento social y vencer al coronavirus.
'No es una decisión fácil ni satisfactoria para los que hemos estado haciendo esfuerzos para que nuestros niños consigan la mejor educación posible', afirmó De Blasio en una rueda de prensa.
El sistema de educación público de Nueva York, el mayor de EE.UU. y que cuenta con 1,1 millones de estudiantes, cerró sus colegios el pasado 15 de marzo e inició un sistema de educación a distancia una semana después.
Aunque De Blasio dijo originalmente que quería volver a abrir los centros educativos el 20 de abril, tras la anual pausa primaveral, las autoridades de Nueva York, apuntó, han llegado a la conclusión de que no es 'fiable, seguro ni justo' reiniciar el curso escolar antes del mes de septiembre, cuando comenzaría un nuevo año académico.
Pese a la clausura de los colegios, los estudiantes continuarán con el sistema de educación a distancia impuesto, para lo que se anunció la distribución de 240.000 dispositivos electrónicos entre los alumnos que a estas alturas aun no cuentan con uno para que todos puedan seguir el curso escolar.
De Blasio aplaudió el complicado rol que los profesores han tenido que asumir en las últimas semanas y la rapidez con la que se han adaptado a las nuevas circunstancias.
“Se les ha pedido a nuestros educadores que aprendan una manera completamente nueva de enseñar (...) Y tuvieron que hacerlo en una semana', concretó el alcalde.
Por su parte, el concejal de educación de Nueva York, Richard Carranza, señaló que aunque se pretende abrir los colegios en septiembre, no se puede confirmar a estas alturas que vaya a ser así: 'Estamos trabajando con varios escenarios, y siempre depende de la salud pública y de si (el coronavirus) se está propagando o no'.
El alcalde apuntó además que cuando vuelvan a abrir los colegios, el Departamento de Educación se centrará no sólo en el currículo académico de los alumnos sino también en su salud mental, después del 'trauma' que han sufrido los más jóvenes.