Como cantante no tienes mucho futuro, pero eres un buen compositor”, le dijo el director de una discográfica a José Luis Perales cuando empezó su carrera. Y, lejos de acongojarlo, este comentario lo entusiasmó, porque escribir era justamente lo que él quería hacer desde que era un adolescente. Pero se sabe: en el mundo del arte, los que manejan el negocio muchas veces se equivocan. Y este es un ejemplo de ello.
Es verdad que, como compositor y con más de 500 temas registrados a su nombre, el hombre de Castejón, es insuperable. Ha escrito canciones para Julio Iglesias, Raphael, Miguel Bosé, Rocío Jurado, Paloma San Basilio, Mocedades, Azúcar Moreno, Rosa López e Isabel Pantoja, entre otros grandes intérpretes. Y todas se han convertido en éxito.
Sin embargo, a principios de los 70, el productor Rafael Trabucchelli lo convenció para que cantara. El lo hizo, un poco a desgano, convencido de que lo suyo iba a ser un fracaso y que enseguida podría dedicarse nuevamente a lo suyo, la composición. Sin embargo, el primer tema al que le puso su voz fue Celos de mi guitarra. Y, muy a su pesar, se convirtió en un éxito tal que lo condenó a tener que seguir subiéndose a los escenarios hasta el día de hoy.
Igual, él siempre disfrutó componiendo para otros. El más claro ejemplo es el de “¿Y cómo es él?”, uno de los temas más consagrados de su carrera. Perales lo escribió para encargo para Julio Iglesias, la compañía que lo tenía contratado intuyó un éxito y decidió que tenía que grabarlo él. Así que no le quedó más remedio que cantarlo hasta el cansancio en cada uno de sus recitales, a pesar de que nunca se sintió identificado con su letra.
Es que, a la hora de subirse a un escenario, Perales siempre prefirió interpretar temas que tuvieran que ver con su propia vida, como Un velero llamado libertad o Te quiero. Y es que, para poder hablar de desengaños en sus letras, el español debía ponerse en la piel de otros, ya que en su vidas personal siempre hubo mucha familia y poco conflicto.
En 1977, José Luis se casó con Manuela Vargas, la mujer de su vida y la que le dio a sus dos hijos, Pablo y María. Y, como siempre priorizó su vida familiar por sobre todo lo demás, sufría horrores cada vez que tenía que dejarla para salir de gira. Por eso, cuando sus chicos crecieron y ya no necesitaron del cuidado de su mamá, él decidió que sólo emprendería este tipo de viajes en compañía de su esposa.
Pero la realidad es que, en este momento de su vida, Perales disfruta también de su rol de abuelo de Manuela, Guillermo y Noa. Así que decidió que ya era tiempo de dejar, definitivamente, los escenarios. Y anunció su retiro con una última gira por Europa y América, Baladas para una despedida, que arrancará el 14 de febrero en Santo Domingo y finalizará el 17 de diciembre en Madrid.
Pero el arte es algo que se lleva en la sangre. Por lo tanto, el anunciado retiro de Perales no es más que una vuelta a sus orígenes, ya que confesó que seguirá componiendo temas desde la comodidad de su hogar y rodeado por sus seres queridos con los que hoy está festejando con los que hoy está festejando sus 75 años.
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