La actriz Nicole Kidman recibió un regalo de 40 millones de dólares de su esposo, el cantante Keith Urban, consistente en una mansión en Nueva York para que pueda cumplir su sueño de trabajar en Broadway.
El cantante country neozelandés decidió soltar la chequera y adquirir la lujosa propiedad en Manhattan para que la rubia ganadora del Oscar por el filme The Hours en 2003 pueda hacer largas temporadas en el prestigioso circuito teatral neoyorquino, y la mejor manera de lograrlo era radicar en Nueva York y no en Nashville, residencia habitual de la pareja desde hace 10 años.
"Nicole está ansiosa por actuar en Broadway y hacer programas de televisión, y Nueva York es un lugar para ello mucho mejor que Nashville", dijo un informante a la revista Women's Day.
Kidman se mudará a la residencia, con las dos hijas del matrimonio, que está ubicada en el Upper East Side.
La mansión tiene un total de 16 habitaciones y perteneció años atrás al desaparecido Michael Jackson.
Fue construida en 1898 y tiene además un patio y una azotea acondicionada como terraza.