El actor estadounidense, Johny Deep parece no levantar cabeza. Su caída, tanto personal como profesional, empezó a hacerse evidente.
Pese a su decadencia, se le dio la oportunidad de participar en un papel, Asesinato en el Orient Express, cuya presentación mundial tuvo lugar el pasado jueves. Los seguidores de Depp esperaban su llegada, para intentar cambiar el mal sabor de boca que dejó su polémica la última vez. Pero, lejos de mejorar su imagen, la estrella de cine llegó a la alfombra roja de Londres con evidentes muestras de estar bebido, reseñó el portal web La Vanguardia.
Sus compañeros de reparto, entre los que destacan Judi Dench, Penélope Cruz, Kenneth Branagh y Michelle Pfeiffer, esperaban pacientes la llegada de su compañero. Apareció un tiempo después, bamboleándose de un lado a otro y con la ayuda de su guardaespaldas, que le guio a lo largo del recorrido sin soltarle en ningún momento.
El rumor y el cuchicheo de los asistentes solo confirmó lo evidente, y es que el intérprete tuvo una gran noche el día anterior a la gala, que se prolongó hasta el mismo día de su presentación del filme. Pero la historia no acabó aquí, pues Depp decidió no acudir a la fiesta posterior al estreno. Podría ser por su evidente estado de embriaguez.