La venta de Time Inc., dueña de una de las más emblemáticas publicaciones de Estados Unidos, muestra las desventuras de los medios impresos y genera dudas para la industria de las noticias en la era Trump.
En un acuerdo anunciado el domingo, Meredith Corp. editor de publicaciones como Better Homes and Gardens, acordó pagar 2.800 millones de dólares por Time y otras famosas revistas; entre ellas People, Fortune y Sports Illustrated.
El acuerdo está respaldado por los multimillonarios hermanos Charles y David Koch, conocidos por apoyar causas y candidatos conservadores y viejos antagonistas de los principales medios.
Los 650 millones de dólares vertidos por la sociedad Koch Equity Development (KED) fueron definidos como una inversión "pasiva", según Meredith. KED no estará representada en la junta directiva ni tendrá injerencia editorial o gerencial, dijo Meredith.
El respaldo de los Koch generó inquietud, pues muchos temen que conservadores adinerados deciden financiar organizaciones de medios para alejarlos de lo que algunos consideran prejuicios izquierdistas.
"Los medios son una inversión horrible y si vas a hacerte cargo lo haces por razones que van más allá de las ganancias", dijo Jeff Jarvis, ex periodista de Time y profesor de nuevos medios en la City University de Nueva York.
Jarvis dijo que no se opone a que conservadores inviertan en medios pero sostuvo que los Koch "parecen ser más propagandistas que periodistas".
Charles Alexander, ex editor de Time, escribió en Nation que los Koch vertieron mucho dinero en campañas de negación del cambio climático y dijo temer porque eso sofoque la cobertura de ese tema.
Alexander dijo que multimillonarios con negocios incluyen gasoductos, energía, ganado y papel, entre otros, han "financiado una campaña de desinformación que busca convencer a la gente y a los políticos de que el cambio climático es algo que no debería preocupar".
Angelo Carusone, presidente del grupo izquierdista de seguimiento de medios Media Matters for America, dijo dudar que la familia Koch se comporte pasivamente. "Eso yo no lo compro", dijo Carusone. "¿Porqué habrían de invertir?. Ellos no respetan al periodismo. Odian a los medios", afirmó.
"¿Persona del año"?
El acuerdo entre Meredith y Time llega en medio de escaramuzas sobre la cobertura de la actualidad política en Estados Unidos.
Coincide, además, con un esfuerzo de Washington por relajar las medidas contra la concentración de medios. Críticos de la Casa Blanca dicen que están pensadas para favorecer a un amigo del presidente Donald Trump que busca comprar canales de televisión en estados en donde posee periódicos.
Trump, entretanto, está en guerra contra lo que llama "noticias falsas" de CNN y la semana pasada dijo haber rechazado su nominación como "Persona del Año" por Time; cosa que fue desmentida por la publicación.
"Será interesante ver quien es la 'Persona del año' el año que viene", dijo Rebecca Lieb, analista de medios de Kaleido Insights.
Añadió que Time Inc. "necesitaba un rescate" pero indicó que no está muy claro como hará Meredith para revivir las revistas. "Esto es similar al acuerdo de (Rupert) Murdoch con The Wall Street Journal, cuando (el magnate) dijo que el periódico no sería influenciado por sus posiciones políticas", evocó.
"De hecho colocó allí a sus representantes y el diario cambió significativamente su cobertura", afirmó.
Dan Kennedy, profesor de periodismo de la Northeastern University dijo que uno de los hermanos Koch integra la directiva de un canal de TV de Boston y ahí mostró "saber como actuar con responsabilidad".
"Lo realmente triste de esto es que (el grupo) Time Warner optó por separarse de Time Inc. (en 2014) para concentrarse es sus negocios rentables y dejó a las revistas en un iceberg que se derrite", añadió.
Samir Husni, académico de la Universidad de Mississippi, dice no ver motivaciones políticas en el negocio.
"Es como lo que pasó con los diarios en los 70 y en los 80. La misma consolidación ocurre ahora con las revistas", dijo.
Para Husni "aún se puede hacer mucho dinero con las revistas" en tanto las empresas sepan adaptar el modelo de negocios en el papel y en lo digital.
Los Koch, dijo, "no son tontos" y no habrían invertido dinero sin tener expectativas de ganar.