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Con 78 años de edad, Pablo Aguilera, hermano del fallecido Alberto Aguilera Valadez, más conocido por todos como Juan Gabriel, ha confesado en unas declaraciones al Diario Basta, que sus sobrinos no le hablan porque es pobre.
“Con Iván y sus hijos nos llevábamos bien, pero [ahora] no me han
hablado, no me han saludado. [En el homenaje a Juan Gabriel] ellos
andaban muy inquietos, muy difíciles. A mí no me respetan, como si yo no fuera nada de ellos”, lamenta.
Echando la vista atrás, Pablo reflexiona sobre la mala o inexistente relación que ha tenido con ellos desde que eran pequeños“No me han hablado desde que eran niños. Cuando estaban chiquitos no sabían de dinero, y ya nada más empezaron a probar el dinerito y se olividaron de su tío, porque su tío está pobre. Cuando fui a Juárez a ver las cenizas de mi hermano, nadie salió a recibirme. Yo me senté afuera y ahí pasé toda la noche, hasta que se acabó el homenaje y luego ya me fui”, cuenta.
Pablo también reconoce que sigue viviendo en la casa de Juan Gabriel en Parácuaro y no cree que sus sobrinos tengan planeado echarle.
“Aunque no me la dejó como tal, aquí estoy todavía. No siento que ellos tengan el corazón de decirme que me salga de aquí, porque este lugar y todo lo de aquí de Parácuaro no está endeudado, ellos tienen que sacar por delante todo lo que dejó endeudado mi hermano.
Esta casa yo la he estado pagando y eso lo saben ellos, porque nunca
les he pedido para un recibo de luz o de agua. Soy afortunado porque
aquí soy feliz”.
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