“¡Salten, salten salten! ¡Dejen sus bolsos atrás. Salten y deslícense. Salten y deslícense!”
Con esas palabras, y un tono ansioso en la voz, la azafata del avión
777-300 de Emirate Airlines intenta dirigir la evacuación de pasajeros
luego de su aterrizaje forzoso en el Aeropuerto Internacional de Dubái, el miércoles.
La asistente de vuelo sabe del peligro mortal en que todavía se encuentran, sin embargo, muchas personas a bordo están malgastando el tiempo retirando sus bolsos y maletas de los compartimentos superiores.
A los 36 segundos de un video publicado en Twitter, parece que alguien incluso menciona tener que llevarse su laptop.
No es muy difícil entender por qué la gente se comporta así: sin
advertencia alguna, un aterrizaje de rutina se convierte de repente en un drama de la vida real.
El avión aterriza forzosamente, sin el tren desplegado, deslizándose y
girando por la pista hasta detenerse. Debe ser imposible concebir en
ese momento lo que está pasando.
Al mismo tiempo, estamos programados para agarrar nuestra billetera, pasaporte, teléfono y llaves. ¿Quién podría honestamente decir cómo reaccionaríamos frente a ese tipo de estrés?
Afortunadamente la tripulación de Emirates siguió con disciplina lo
aprendido en su entrenamiento gritando a los pasajeros que dejaran su
equipaje atrás.