RIO DE JANEIRO — Los festejos terminaron y la llama
se extinguió, pero ahora que los Juegos Olímpicos se han ido, Río de
Janeiro se queda con la incertidumbre sobre qué sucederá con el plan de
la ciudad de convertir el Parque Olímpico en un vibrante distrito con
departamentos de lujo y oficinas.
En medio de una persistente recesión en el país, el consorcio que
gestó el proyecto sólo ha vendido el 7% de los 3,604 departamentos de la
Villa Olímpica.
"Ahora mismo estamos en el fondo de un pozo. Nadie está haciendo
ofertas en los apartamentos", declaró Claudio Tavares de Alencar,
presidente de la Sociedad de Bienes Raíces de Latinoamérica.
Cuando Río de Janeiro fue seleccionado como sede olímpica hace siete
años, el país era el modelo de los mercados emergentes. Se habían
descubiertos yacimientos petrolífero y en 2010, la economía crecía a un
ritmo del 7.5%. Era cosa normal las pujas por comprar apartamentos. Por
ejemplo, en 2005, unos 1,500 construidos para los Juegos Panamericanos
se vendieron apenas horas después de ponerse a la venta.
El panorama financiero actual es distinto. La economía brasileño se
contrajo 3.8% el año pasado, y se espera que siga en caída, debido a una
menor demanda de hierro y otras mercancías. Más de 5 millones de
brasileños han perdido sus empleos desde fines de 2014.
Hay un exceso de apartamentos por todo Río. Luego de años de alza en
la cotización de metros cuadrado, el valor ha caído en un 6% en el
último año y medio, quedando en alrededor de 3,200 dólares, según el
índice de bienes raíces FipeZap. Con los instituciones financieras
cobrando tasas prohibitivas para préstamos, las agencias de bienes
raíces han tenido que ofrecer incentivos como viajes de luna de miel o
cubrir el costo de la matrícula escolar.
Los organizadores de Río 2016 y funcionarios de la ciudad no han
dicho nada sobre si este débil mercado podría afectar el desarrollo
futuro del Parque Olímpico, de 1.18 millones de metros cuadrados.
Pero Leonardo Schneider, vicepresidente del sindicato que representa a
condominios y administradores de inmuebles en el estado de Río, dijo
que el espacio residencial y comercial forman parte de un rompecabezas, y
que muchas edificaciones en la zona están incompletas o sin uso.
"El problema es cómo vamos a ocupar todos esos apartamentos", dijo
Schneider. "Por más lindo que suena vivir en el Parque Olímpico, va a
tomar algo tiempo encontrar inquilinos y transformar el sitio".
Carlos Carvalho, el multimillonario que concibió el proyecto del
Parque Olímpico, indignó a muchos en un país desesperado por viviendas
subsidiadas cuando dijo que la villa de atletas es para la élite de la
ciudad. Su nombre es "Ilha Pura" — Isla Pura — y el precio de los
apartamentos promedia los 435,000 dólares, con piscina, spa y
peluquería. Los penthouses pueden costar hasta 700,000 dólares. Otro
acaudalado empresario construye torres con apartamentos de lujo
alrededor del campo en el que se disputó el torneo de golf de los
Juegos. El costo más barato de un piso anda en los 2 millones de
dólares.
"Son apartamentos que se ven muy bien", dijo Idenir Cunha, una
jubilada de 67 años que reside en un viejo complejo que está cerca. "Si
tuviera el dinero, me compraría uno. Pero, ¿quién puede hacerlo con esta
crisis?".
La villa de Londres 2012 fue transformada en una zona de viviendas
con precios módicos, en los que la gente pagó por debajo de los precios
del mercado.
En Río, un estadio de Geoimovel, una firma de análisis sobre bienes
raíces, encontró que los apartamentos de la Villa se promocionaban con
un valor muy por encima del precio promedio de la mayoría de los
apartamentos con detalles similares en Barra da Tijuca, el suburbio de
centros comerciales y edificios de apartamentos en el que se encuentra
el Parque Olímpico.
Para la cita olímpica, "todo se concibió pensando en su uso tras los
Juegos", dijo el alcalde de Río Eduardo Paes este fin de semana en una
entrevista con Globo TV. ¿Como elefantes blancos? "Claro que no",
replicó.