Nueva York. EEUU. (SL) -Recuerdo
como ayer la primera vez que me senté frente a un televisor y viví la
deprimente realidad de tener que cambiar la costumbre de ver y escuchar a
un “Yaqui Núñez, Daniel D. Alejo, Zoila Luna, Huchi Lora” y toda una
lista de verdaderos profesionales de la comunicación dominicana, por
unas desastrosas películas protagonizadas por “Mario Almada” y su
pandilla.de malos actores.
Novelas las 24 horas, programas de brujería y
de pájaros disfrazados de “videntes” de los comerciales ni hablar, casi
quedo en shock el día que vi por primera vez un comercial de “Pepto
Bismol” donde mencionaban con total naturalidad el término “Diarrea” y
pensar que yo venía desde una pequeña y tercermundista isla llamada
República Dominicana hacia los Estados Unidos de Norte América.
Tanto en esa época como en la
actualidad la radio y la televisión que predomina en esta ciudad
cosmopolita pertenecen a las mismas dos grandes cadenas “Univisión” y
“Telemundo” y ambas continúan orientadas en preferencia a otras
comunidades, me imagino que tendrá algo que ver el nivel de población y
el poder de consumo, entre otras cosas.
20 años después me siento frente
al televisor y descubro que poco ha cambiado, simplemente nos han
disfrazado la programación y lógicamente nos están proporcionando una
participación mínima en la medida del crecimiento de nuestra comunidad,
tanto en cantidad como en poder adquisitivo, este último en total
desigualdad a nuestro crecimiento poblacional como comunidad.
Contemos los comerciales que
provienen del sector “empresarial” dominicano en la programación de
Univisión y Telemundo, contemos cuantos espacios de radio y/o televisión
existen conducidos, producidos y orientados a nuestra comunidad
dominicana en esas cadenas internacionales, pues ahy tenemos otras
razones más por la que seguimos siendo minoría dentro de la mayoría de
hispanos.
El Bronx y Manhattan están
saturados de negocios dominicanos, pero la cruel realidad es que más de
un 70% de esos negocios generan ingresos por debajo de sus gastos
operacionales y logran subsistir haciendo magia con los prestamos, los
sanes y destapando un hoyo para tapar otro, esperanzados en que le
cambiara su realidad.
La llegada de nuestra televisión
a territorio norte americano nos favorece únicamente a nosotros como
dominicanos, pero en términos de televidentes, como comunidad nos hace
más pequeños en el interés de las grandes corporaciones a todos los
niveles.
En varias ocasiones hemos sido
favorecidos con el triunfo de algunos participantes dominicanos en
diferentes concursos, pero ¿dónde están, de que le ha servido a la
mayoría esa plataforma internacional? Que alguien me cuente de “Miguel
Ángel”, “Anaïs”, Malta Heredia” entre otros, hace apenas unos días para
una premiación por el voto popular pero hemos preferido crucificar a tan
buenos ejemplos de talentos dominicanos para beneficiar a un barrabas
de la música, entonces de que nos quejamos, bueno mejor no sigo para que
no me quieran tildar de antipatriota.