Nadie como Isabel Pantoja es capaz de poner al mal tiempo buena cara. Así lo hizo este domingo en su reaparición en los escenarios en un concierto en Benidorm en el que agotó las 1.400 entradas -de entre 50 y 55 euros-, tan solo veinte días después de haber sido condenada a dos años de prisión por blanqueo de capitales.
Después
de haber abandonado durante seis meses su carrera como cantante, la
expectación por ver de nuevo a la tonadillera con micrófono en mano fue
tal que tres horas antes ya eran decenas los medios de comunicación que
esperaban su llegada, así como sus seguidores, que hacían cola para
acceder al interior de la sala.
Con
apenas cinco minutos de retraso, Isabel apareció radiante para celebrar
un Día de la Madre que ella misma sabía que iba a ser especial e
inolvidable. Con Es mi madre arrancó un concierto emotivo en la que no faltaron palabras de ánimo
y piropos para la cantante por parte de unos fans que parecen haberle
perdonado los grandes errores que cometió cuando empezó su relación con
el exalcalde de Marbella, Julián Muñoz. “Tú no eres una ladrona”, gritaron varios seguidores, ajenos a la realidad de un desfalco que casi mete entre rejas a su ídolo.
Fiel a lanzar mensajes a través de sus canciones, Isabel Pantoja mostró ante su público que aún tiene cierto rencor que no ha sido capaz de canalizar a través de sus declaraciones ante el juez. Con pasión interpretó el tema Tú a mi no me hundes,
que en el tramo final cambió la letra adaptándola al plural para
englobar en él a aquellos que aseguran que la tondillera ha recibido cierto trato de favor en la condena impuesta el pasado mes de abril.