Creíamos que el
presidente de Acroarte, al final de su gestión, iba a cerrar la misma con un
mayor nivel de sentido común.
Pudo quedarse
callado o responder con seriedad y gallardía a cuestionamientos que se le han
venido haciendo, en procura de un mayor nivel de transparencia y pulcritud en
los premios Soberanos.
Nada de eso ha
hecho. Por el contrarario, decidió irse
por la puerta trasera, no sin antes tratar de ejecutar moralmente, a quienes
han tenido la valentía de exigirle cuentas claras .
Los
comunicadores a los que se pretende sancionar, no hemos sido más que una
garantía para que las cosas se hagan bien.
Pero ello no
está en el esquema mental del presidente de Acroarte, quien ha procurado
siempre eliminar toda señal de disidencia, olvidando que la confrontación de
ideas y criterios, es lo que mantiene viva a la Asociación de Cronistas de
Arte.
Ha
suspendido y
expulsado a un grupo de colegas, por el hecho de que hemos pedido el
cese de
las actividades de relaciones públicas de cronistas que forman parte del
comité
ejecutivo; se le ha solicitado un
informe sobre las negociaciones de Acroarte con la Cervecería Nacional
Dominicana y el premio Soberano, y el informe financiero del proyecto de
remodelación del local. Nada de eso ha hecho. El presidente de Acroarte,
no los demás directivos, a los que ni siquiera se consulta, no ha
optemperado a ello.
Algo a lo que tenemos total derecho, sin que ello implique
violación de ningún reglamento, mucho más en una entidad que no mantiene
espacio abierto para la discusión interna, donde se pudieran discutir y abordar
inquietudes e interrogantes, de cronistas de arte solidarios, pero pensantes.
Pero en vez de
atender a esas solicitudes, lo que ha hecho el presidente es procurar
inhabilitar y expulsar a quienes reclaman transparencia, como si con ello se librara de rendir cuentas.
En una actitud
violatoria del derecho a la libre información se quiere impedir que los
miembros de Acroarte puedan criticar en sus medios las premiaciones de la
asociación, imponiendo en algunos de ellos la autocensura con lo cual se
desvirtua el rol fundamental de un comunicador.
Lo que es peor,
se llega al extremo de tratar de impedir la difusión de las declaraciones de
inconformidades que los artistas hacen cuando no son nominados o premiaciones,
como sucedió el pasado año, que se emprendieron acciones contra el colega Jorge Jiménez por difundir una nota sobre una
marcha caravana que había montado la
cantante Marcel en protesta por haber sido excluida de una nominación.
Todo ello se
traduce en un atentado a la libertad de prensa, paradójicamente articulado
desde el seno de una entidad que está llamada a defenderla.
Una aberración
que ningún comunicador con criterio y que se respete debe aceptar, porque con
ello se admite la violación a derechos fundamentales, en el libre ejercicio de
la información.
Cómo es posible
que una entidad que agrupe a comunicadores trate de censurar a quienes hacen
ejercicio de ese derecho?
O es que acaso
los diarios y medios radiales y televisivos que contratan periodistas para el área de
espectáculos, tienen que sujetarse a lo que admita y permita el presidente de
Acroarte, porque de lo contrario se hacen pasibles de una sanción?
En el caso de
todos los componentes del grupo que se ha pretendido sancionar, se han violado
todos nuestros derechos al ser condenados sin haber sido citados a un proceso
oral y contradictorio, donde hubiésemos tenido la posiblidad de defendernos,
como establecen los reglamentos de Acroarte.
La voracidad, la
sed de venganza, y el interés retaliativo tenía evidentemente mucha prisa
Esa decisión
habla claramente de la ilegalidad de la acción de retaliación emprendida por un dirigente que
se maneja con métodos dictatoriales que no ha tenido la valentía de enfrentar
los emplazamientos que se le han hecho de los manejos que ha tenido al frente
de Acroarte.
La decisión
adoptada contraviene el artículo 49 de la Constitución de la República que expresa:
"Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, ideas y opiniones, por cualquier medio, sin que pueda establecerse censura previa.
1)
Toda persona tiene derecho a la información. Este derecho comprende
buscar, investigar, recibir y difundir información de todo tipo, de
carácter público, por cualquier medio, canal o vía, conforme determinan la Constitución y la ley;
2)
Todos los medios de información tienen libre acceso a las fuentes
noticiosas oficiales y privadas de interés público, de conformidad con la ley;
En tal virtud
anunciamos que hemos decidido acogernos a un recurso de amparo en los
tribunales de la República , en tanto
que oportunamente habremos de emprender una acción de reclamación en daños y
perjuicios a quienes articularon el mamotreto de sentencia con el que han
procurado dañar nuestra trayectoria de 40 años de ejercicio profesional.
Elo aparte de
que al parecer, con esa decisión, se ha pretendido inhabilitarnos para que no
podamos participar en las elecciones de Acroarte con una plancha que ya está en
formación, y que se había anunciado en un documento sometido a la asociación
previamente, y que al parecer provocó un pánico.
No solo se
pretende silenciarnos y dañar nuestra imagen, sino también impedir que podamos
asumir el compromiso de reorientar una asociación que como todo el mundo sabe,
ha entrado en franco declive.