Por Miguel Ángel Herrera
Nunca he mencionado lo que cobran las orquestas por amenizar una fiesta.
Nunca he cuestionado lo números que se manejan en los medios.
Y esa es una línea que mantengo, sencillamente porque nunca un artista me ha indicado lo que debo escribir, ni mucho menos que debo escribir.
Cuando surgió WILFRIDO VARGAS como fenómeno musical de los setenta, Fernando Villalona, Marcos Caminero, Los Hijos del Rey más adelante, Bonny Cepeda, El Nazareno, Ritchie Ricardo, Los Kenton, Luis Ovalles, Rasputín y todos los de esa generación, estuve en primera línea con mi apoyo a través de mis programas de radio, mis columnas en periódicos y mis espacios en televisión.
De ese tiempo a esta parte nunca he tenido problemas con los números que se difunden sobre lo que cobran en fiesta.
No es mi estilo. Respeto y me respetan.
Hace unos días recibí una nota sobre los problemas que confrontaban los organizadores de la gira de Anthony Santos en los Estados Unidos y de inmediato sin mencionar ni enxclusiva.com, ni mi nombre, sentí los dardos disparados por “francotiradores de la envidia”.
Ahora recibí un mail donde cuestionan los precios que cobra Anthony Santos en sus presentaciones y que yo sea responsable y lo comente.
Opino que si él lo cobra y alguien lo paga, ese es su trabajo y así se gana la vida.
Respeto su trabajo, porque hemos mantenido a lo largo de los años una relación de respeto, lo admiro y él a mí.
De manera que no soy el mejor ejemplo para hablar de precios que los grupos cobran por su trabajo. Por lo que cobre Anthony Santos, Frank Reyes, Luis Vargas Issa Gadhala ó Kalimete.
Ellos son artistas y cobran por eso. Yo escribo y ellos no me dicen lo que debo o no escribir.
Que me saquen de ese Lotto, porque no juego en esas ligas.