A muchos de los seguidores de series les sucede. Tal vez a la mayoría. Cuando llega el final definitivo de esa ficción que miran desde hace años o de aquella que emprendieron con maratónica obsesión durante semanas o días -en el caso de los seriéfilos más dedicados-, el desconcierto es intenso.
Algunos incluso hablan de tristeza y una suerte de depresión. Una forma humorística de nombrar a esos sentimientos tan nuevos como intensos, el lado oscuro de la era de la abundancia de series en tiempos de streaming .
Entonces, si el final de una historia puede provocar esas sensaciones de vacío y desasosiego, el hecho de haya casi veinte series con despedida anunciada y confirmada para los próximos doce meses, promete convertir a 2019 en un año emocionalmente catastrófico para los televidentes.
Y, al mismo tiempo, un período muy fructífero para los nuevos programas que lleguen a ocupar los espacios vacantes. Que en algunos casos serán imposibles de llenar.
Si algunos siguen buscando esa serie que encaje en el hueco con forma de isla de Lost que les quedó desde 2010 -final decepcionante incluido-, no cuesta imaginar lo complicado que será el duelo por Game of Thrones .
Para muchos, es la despedida más significativa del universo de las series en 2019, pero no será la única. Pasen, lean y preparen los pañuelos.