Los cabecillas de las estructuras de narcotráfico desmanteladas ayer mediante la fase dos de la Operación Caimán traficaban hacia República Dominicana grandes cantidades de drogas desde Colombia, Venezuela y otros países de Suramérica, y para evitar ser atrapados por las autoridades, utilizaban caballos para fugarse hacia Haití por lugares inhóspitos y de difícil acceso por los arrecifes.
El Ministerio trabaja hoy en la instrumentación de la medida de coerción que solicitará mañana a los arrestados durante las pesquisas realizadas en Barahona, Pedernales, San Juan, Baní y Santo Domingo Este.
La investigación evidenció que existe un modo de operación, que es una especie de pesca de drogas en la que participan personas que se hacen pasar por pescadores de la zona, una práctica entre ellos denominada como “pesca de delfines blancos” y a quienes la practican los llaman “playeros”.