¿Toques de queda, confinamientos o simplemente responsabilidad ciudadana? Los responsables europeos intentan encontrar la manera de frenar el avance de la pandemia, que ya dejó más de 256.000 muertos en el continente y castiga también a países que supieron protegerse de la primera ola, como Alemania.
En las últimas 24 horas, Alemania superó las 11.000 nuevas infecciones y según los responsables, la situación es "muy grave".
El presidente de vigilancia sanitaria Robert Koch (RKI), Lothar Wieler, advirtió que el virus podría "propagarse de forma descontrolada".
Por suerte o eficiencia, Alemania había sabido protegerse de la pandemia hasta ahora: mantenía las nuevas infecciones diarias por debajo de 6.000, evitó la saturación de sus hospitales e incluso acogió decenas de pacientes procedentes de Italia, Francia o Bélgica.
Ahora, la canciller Angela Merkel se limita a apelar a la responsabilidad individual e invita a la población a "quedarse en casa" en la medida de lo posible.
Una reunión, la semana pasada, entre el gobierno federal y los 16 estados regionales, se saldó sin acuerdo sobre restricciones nacionales comunes, ante lo que la dirigente no ocultó su "insatisfacción".
Suiza es otro país que también cuenta con el civismo para frenar la pandemia, pero la presidenta Simonetta Sommaruga, dijo este jueves que si la curva de contagios "no retrocede hasta el miércoles próximo, habrá que tomar decisiones que van más lejos".
Diferente es el caso de Irlanda, donde el confinamiento recién aplicado daba al centro de Dublín un aspecto fantasmagórico.
"Es un poco lúgubre y turbador", dijo a la AFP Sunniva O'Flynn, de 57 años, en una calle casi desierta durante lo que normalmente sería una hora punta. "Hay de nuevo esa especie de nube de tristeza por el hecho de que la ciudad esté abandonada", agregaba.
Irlanda es el primer país europeo en decretar un segundo confinamiento general. La pandemia se ha cobrado casi 1.900 vidas en esta nación con menos de cinco millones de habitantes, según las cifras oficiales, que también muestran un fuerte resurgimiento de los contagios: 1.167 nuevos casos positivos registrados el miércoles.
Hace unos meses "funcionó, aplanamos la curva (...) aplanaremos la curva por segunda vez", dijo este jueves el ministro irlandés de Sanidad, Stephen Donnelly.
Los comercios no esenciales cerraron durante seis semanas y los irlandeses no pueden salir de casa salvo para trabajar o hacer ejercicio, en un radio de 5 kilómetros. Sin embargo, las escuelas siguen abiertas, la principal diferencia con el largo confinamiento de la pasada primavera.
En Lombardía, al norte de Italia, entra en vigor este jueves un toque de queda de tres semanas y en Campania (sur) donde se sitúa Nápoles, el presidente de la región, Vincenzo De Luca, anunció la prohibición de salir de casa desde el viernes a partir de las 23H00.
Italia está registrando unos 10.000 nuevos infectados por día y Lombardía, donde se ubica Milán, es la más afectada, como lo fue al principio de la pandemia, en febrero y marzo.
La situación sigue agravándose también en España, el primer país de la UE y el sexto del mundo que ha superado el millón de contagios.
Las autoridades españolas han impuesto nuevas restricciones, con el cierre parcial de una decena de ciudades y algunas regiones.
La pandemia ya ha causado al menos 1,13 millones de muertos en el mundo desde finales de diciembre, según un balance establecido por la AFP el jueves. Asimismo, los infectados diagnosticados superan los 41 millones.
América Latina sigue siendo la región más afectada, en número de muertos, con un total de 385.000 decesos. Los contagios además, superan los 10,6 millones.
Estados Unidos es el país más golpeado del mundo, con 222.220 fallecidos y 8,3 millones de contagios, seguido de Brasil (155.403 muertos), India (116.616), México (87.415) y Reino Unido (44.158).
La esperanza de una vacuna eficaz se ha visto socavada por la muerte en Brasil de un voluntario, un médico de 28 años, que participaba en las pruebas de la vacuna que elabora la Universidad de Oxford, anunciaron fuentes oficiales el miércoles.
Se trata del primer voluntario en estas pruebas que fallece en el mundo, donde hay en curso numerosos ensayos clínicos.
Pero Oxford aseguró que la fase 3 de los test de esta vacuna que está siendo desarrollada con el laboratorio AstraZeneca van a proseguir, tras la conclusión de un comité independiente de que no acarrea riesgos para la salud de los voluntarios.
Unos 20.000 voluntarios participan en los ensayos de la vacuna, entre ellos 8.000 en Brasil.
Y en Chile, la población se prepara para participar el domingo, en plena pandemia, en un plebiscito sobre la Constitución. Las autoridades ya anunciaron que desinfectarán con nanopartículas de cobre 49 locales de votación del centro de Santiago.