El coronavirus no da tregua tampoco a los mercados. La expansión de los contagios,el aumento en el número de muertos y el temor a sus efectos en la economía siguen marcando el ritmo en las bolsas tras dos semanas de caídas históricas.
Pero este lunes, además, se suma otro factor que está siendo determinante: la caída del petróleo desatada por el desacuerdo tras la reunión de la OPEP la semana pasada, en la que Arabia Saudí y Rusia hicieron evidente su desacuerdo sobre cómo responder a la caída de la demanda de crudo provocada por el Covid-19.
Ambos elementos, Covid-19 y petróleo, por tanto, están detrás del desplome generalizado de esta mañana. Por tecera semana consecutiva, las bolsas de todo el mundo están en caída libre y en España el Ibex 35 ha perdido los 8.000 puntos (7.850) al hundirse más de un 7% en la apertura.
La caída se ha moderado después al entorno del 6,5%, comandada por el desplome de Repsol. La petrolera está acusando especialmente la situación en el mercado del crudo y se deja casi un 15% al filo de la media mañana. Le siguen Arcelor, que ronda el -13,5%, y el sector bancario, cuyos descensos rondan el -10%. Es el caso de BBVA, cuya caída supera ese nivel (-10,1%), si bien Santander (-9,23%), Sabadell (-9%), Bankia (-8%) o Bankinter (-7,3%) no ofrecen registros mucho mejores.
Ningún valor en el selectivo madrileño se salva del rojo, mientras que la prima de riesgo se dispara cerca de los 110 puntos, con el interés del bono a diez años en el 0,2%.
Las caídas no se quedan sólo en España. En Alemania y Reino Unido, el Dax de Fráncfort y el Ftse 100 de Londres superan retrocesos del 6%, mientras que el Cac 40 de París y el Ftse Mib se disparan con caídas del -7% y -9%, respectivamente.