En una semana, los casos de coronavirus en los Estados Unidos superaron a los de otras naciones con miles de casos, colocándose en la sexta posición con 11,274 personas contagiadas.
El número de muertos aumentó a 157, mientras que solamente 108 personas se han recuperado.
La mayor sorpresa ha sido New York con 4,152 casos, aunque el número de muertos se mantiene en 29; le sigue Washington con 1,026 y 68 muertos; California con 876 enfermos y 17 fallecidos; New Jersey con 742 y nueve personas muertas; Florida con 389 y siete muertos.
En séptima posición se coloca Louisiana con 347 casos y siete fallecidos; Illinois con 288 y un muerto; Georgia con 287 y 10 fallecidos; Massachusetts con 256 enfermos y Colorado con 216 casos y tres muertes.
La Dra. Deborah Birx, coordinadora del grupo de trabajo contra el COVID-19 de la Casa Blanca, advirtió que le número de casos aumentará exponencialmente.
“El número de resultados positivos de las pruebas está aumentando”, dijo. “Esa es una señal dramáticamente importante de que todos están haciendo su trabajo. Aquellos con síntomas leves se quedan en casa, se aíslan por sí mismos. Aquellos con síntomas graves esperan obtener pruebas”.
Agregó que de todas las personas que realizan un examen de detención alrededor del 10 u 11 por ciento resulta positivo.
El Dr. Jerome Adams, médico del presidente Donald Trump, pidió a los jóvenes, especialmente a los millennials y miembros de la Generación Z, donar sangre.
“Una donación puede salvar hasta tres vidas”, expresó en la conferencia de prensa de la Casa Blanca. “Los centros de sangre se están abriendo ahora y necesitan su donación”.
Agregó que cualquier persona que done sangre estará en un ambiente seguro, debido a precauciones adicionales ante la emergencia nacional por COVID-19.
“La donación de sangre es segura y los bancos de sangre están tomando precauciones adicionales”, expuso. “(Eso incluye) la distancia de seis pies entre camas y la desinfección de las superficies entre los pacientes y el personal de control de temperatura”.