Por: Miguel
Melenciano
New York,.-En
los 80' y 90', se dio una división
musical territorial, entre las agrupaciones merenguera que surgieron en la ciudad de nueva
york, y las orquesta apostadas en republica dominicana, que tenían gran pegada
en esta ciudad , las cuales eran contratadas para a amenizar bailes y
conciertos con mucha frecuencia.
Hubieron
ocasiones, en la que esta división adquirió ribetes de enfrentamientos
personales, pues -según lo que me han contado- en ciertas ocasiones, eran
boicoteadas las presentaciones de las orquestas que venía del país,
desconectándoles el sonido al empezar el baile y algunas veces
desapareciéndole, unos que otros instrumentos.
La
confrontación en el sonido musical, se estableció en los colores harmoniosos
que se le impregnaba al merengue hecho en nueva york, influenciados por la
música Americana, y el Rock and Roll, con los que nacieron, esa nueva cosecha
de cantante y, el merengue tradicional, no tan derecho, pero también con la
influencia del Rock and Roll y varios
ritmo caribeño que traían los de allá.
Aunque el
merengue -con Eduardo Brito a la cabeza- se escucho someramente, en la década
del 30' en nueva york, según los entendidos, no fue sino hasta la migración
masiva de dominicanos en las décadas de los 60s y 70s que la música alcanzó una
audiencia masiva en la urbe.
Es
precisamente en estos años de libertades democrática, a raíz del
ajusticiamiento de Trujillo, que irrumpe en la escena musical –al principio de los 70’-
Wilfrido Vargas y sus Beduino, quien junto al “Caballo Mayor” Johnny Ventura,
le dieron un giro de 360 grado al merengue, adaptando su formato con la introducción
de elementos musicales novedoso
Los
merengueros surgido en la babel de hierro en los 80’ asimilaron rápidamente este
nuevo y contagioso ritmo, en el que, Wilfrido Vargas conservó el estilo básico de
la región del Cibao con los jaleos rápidos de los saxofones, la güira y la tambora
e incorporó el sintetizador, elementos del rap, armonía de jazz y cambios
armónicos más rápidos dentro de la composición.
Se
presento
un periodo, en que el merengue por su facilidad para bailarse, sumado a
la gran inmigración dominicana a nueva york, influyó en el gusto de
la población
latinoamericana, más que la salsa, como ritmo Latino predominante aquí
en la época,
haciendo des caer, este último en
popularidad.
Aunque ya había
músico de prestigio establecido en la ciudad de nueva york, la influencia de la
música de Wilfrido Vargas, Johnny Ventura, un ritmo que se desprendió del
merengue llamado “A lo Maco”, y la misma adaptación de colores musicales
norteamericanos al merengue, es lo que
definitivamente da cabida, a la proliferación de grupos musicales en la Gran
Manzana en los 80’ y 90’.