Su matrimonio con Marc Anthony venía en decadencia desde hacía tiempo y retrasó la decisión a pedido del cantante
Según la revista People, la actriz no se encontraba a gusto con su pareja y quería divorciarse de Marc Anthony a finales del año pasado, pero por insistencia de éste continuaban juntos.
En tal sentido, un amigo de ella comentó que la cantante estaba preparada para divorciarse en Navidad, pero él le rogó una segunda oportunidad. "No siguieron con la demanda de divorcio, pero ella se sentía miserable y lo aguantó hasta que finalmente no pudo soportarlo más", reveló.
Los principales problemas de la pareja eran la personalidad controladora y posesiva de Marc, su gasto irresponsable, sucesivas deudas y hasta una supuesta infidelidad hace dos años con una azafata.
"Jennifer lo iba a dejar, pero Marc le suplicó que le dejara quedarse. Acudieron a un consejero matrimonial y ella decidió darle una nueva oportunidad ya que lo quería de verdad", dijo una fuente cercana a la revista Us Weekly.