Hay que estar vivos para ver cosas. La Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) y específicamente su presidente, Feliz Vinicio Lora, ha enviado un comunicado por iniciativa propia condenando una supuesta agresión verbal al periodista dominicano Tony Dandrades por parte del actor mexicano Ernesto D’alessio mientras era entrevistado para el programa Primer Impacto que transmite Univisión.
Fíjense como es la vaina, por eso es que siempre acuñaré la frase que dice que "mientras más conozco al hombre, más amo a mi perro".
Y baso mi apreciación en el hecho de que tras dos episodios que he vivido de agresión en el pasado, el primero por parte del promotor artístico Gerardo Díaz "El Toro" y el más reciente de parte del salsero dominicano Michell, Acroarte, entidad en la que he hecho más vida que el propio Tony Dandrades nunca dijo "esta boca es mía" aún cuando le solicité solidaridad.
Y eso que Michell tuvo pretensiones de agresión física hacia mi persona, pero los señores de Acroarte no les importó porque no se trataba de un impasse que pudieran sacarle partida como el del reportero de Univisión.
Extrañamente esto me ha pasado en dos gestiones en la que ha estado al frente de Acroarte el colega Feliz Vinicio Lora.
Sin embargo Dandrades, a lo mejor porque pertenece a una poderosa cadena de televisión como Univisión, Lora y su grupo han salido a "buscar cámaras" con esta "lambisconería" de marca mayor sobre una controversia sin mayor trascendencia en el país.
Es lo que evidencia el elitismo que persiste aún en Acroarte donde ha quedado evidente que la "solidaridad" que debe existir para todos en un gremio solo la aplican con la gente que les conviene.
Sí porque en su nota Feliz Vinicio Lora se apena del "mal momento" que le hizo pasar Ernesto D’alessio al comunicador dominicano Tony Dandrades.
¿ Y acaso se apenó de mí Lora y su directiva de Acroarte con las andanadas de Gerardo Díaz y Michell que curiosamente ambos entre las cosas que me dijeron cuestionaban a la misma institución?
Pero no, prefieren hacerle el juego a una controversia que ahora es de mayor interés para Univisión, porque de eso se trata, vender el escándalo.