Por Bolívar Balcacer
Cuenta la historia que había un hombre llamado lázaro que mendigaba, lleno de lepra frente a la puerta de un hombre rico, que anhelaba saciar su hambre con las migajas que de la mesa del hombre rico se escapaban, todos los perros del vecindario lamían sus llagas, y el pobre hombre pacientemente lo soportaba.
Estas son letras de la canción "Lázaro y el hombre rico" que magistralmente interpreta el artista cristiano dominicano Raffy Colon, las traigo para llamar la atención de aquellos que pudiendo ayudar a un ser humano que lo ha dado todo por la comunicación, lo ven caminar tristemente con paso lento, arropado por el crecimiento gigantesco de la elefantiasis que prácticamente nos lo va arrancando en nuestras narices como pasó con Nelson Rossi con Thomas Polanco y recientemente con Ricardo Paredes..
No esperemos que la enfermedad, la tristeza y el desamor nos arranquen también al Chino Estrella, he sido testigo que él ha tocado varias puertas, pero todo queda en simples promesas, promesas incumplidas, promesas que nunca se cristalizan porque estamos muy ocupados y cuando pasa lo peor entonces queremos venir a remediar, o a gemir cual hipócrita en el camino de la mentira frente a la funeraria donde posa inerte el cuerpo del amigo.