La actriz tuvo que retirarse del lugar porque no le dieron acceso a la celebración, organizada el domingo después del Oscar
Lindsay Lohan recibió la que quizá fue la peor humillación de su vida cuando fue echada de la fiesta post Oscar, organizada el domingo por Madonna y Demi Moore, reportó la prensa estadunidense.
La actriz ni siquiera pudo ingresar a la casa del agente Guy Oseary, socio de “La Reina del Pop”, donde se realizó el evento, señaló el diario “New York Post”.
Lindsay estaba segura de que iba a ser bien recibida porque pertenece a la misma compañía que representa a Madonna y Demi: Untitled Entertainment.
Sin embargo, recibió un rotundo “¡No!” cuando pretendía ser admitida, alrededor de las 23:00 horas del domingo.
El periódico señala que mientras Lindsay y un grupo de amigos se retiraban, la artista se percató de la llegada de Josh Brolin a quien le pidió ayuda para ser admitida.
Sin embargo, los esfuerzos de Brolin fueron en vano porque ni siquiera con su apoyo los guardias de seguridad le dieron acceso a Lindsay.
Al retirarse, se le escuchó decir: “Esto es tan humillante”.
Sin embargo, optó por dirigirse a otra fiesta, la cual fue organizada por James Franco en el Supperclub de Hollywood Boulevard.
Pero ni siquiera el propio James se apareció en el sitio al cual sólo acudieron algunas “estrellas” Clase “D”, de Hollywood.
