A sus 83 años, en las costumbres Omar sigue siendo Omar. En una de las
últimas entrevistas que concedió reconoció que, tras seis décadas de
rodajes y más de un centenar de filmes, se había convertido en un
nómada. "Yo sólo vivo en hoteles y sólo como en restaurantes", declaró.
Para entonces había establecido su domicilio en el Semiramis
InterContinental, un exclusivo y céntrico hotel de El Cairo con vistas
al Nilo.
Desde allí presenció las primeras jornadas de las revueltas que
estallaron a principios de 2011 en la contigua plaza Tahrir y que terminaron jubilando a Hosni Mubarak.
Ahora ha cambiado el estruendoso cruce de caminos que soñó con un
cambio frustrado por una fonda junto al mar. "Realmente no sabe dónde
vive", resuelve Tarek. "Sin duda sabe quién es, pero no necesariamente
la razón por la que le saludan.