Una sueca asegura ser la verdadera hija de la fallecida estrella del rock y de Priscilla Presley, por lo que presentó una demanda por 130 millones de dólares. Asegura que Lisa Marie Presley ocupó su lugar
Lisa Johansen, de 43 años, asegura ser la verdadera hija del "Rey del Rock and Roll" y haberse visto obligada a exiliarse en Suecia en 1977 después de la muerte de su padre por temor a ser secuestrada. Johansen también afirma haber sido reemplazada por la "impostora" Lisa Marie Presley y sostiene que la cantante Priscilla Presley, esposa de Elvis, era su madre.
Johansen relata los detalles de su odisea en su autobiografía, I, Lisa Marie, pero los editores del libro la demandaron en el año 2000 porque se negó a realizarse una prueba de ADN, como habían acordado.
Durante la última década, la mujer mantuvo un perfil bajo, pero varios conflictos recientes con la familia Presley han vuelto a poner el foco en sus reclamos. Es por ello que presentó una demanda ante el Tribunal de Distrito de Memphis, Tennessee.
El reclamo se originó en una visita a Graceland que Johansen hizo en agosto con su marido y sus cuatro hijos para conmemorar el aniversario de la muerte de Elvis Presley.
A los pocos días de la visita de la familia, el abogado de Presley, Martin Singer, envió una carta al representante legal de Johansen en la que afirmaba que la mujer había tenido una "conducta extraña y fraudulenta" al hacer alarde, frente al personal de Graceland, de su estrecha relación con la familia Presley.
Singer rechazó sus reclamos. "La extraña obsesión de Lisa Johansen con la familia de mi cliente y sus estrafalarias afirmaciones de ser la Lisa Marie Presley real desgastan completamente la credibilidad de Lisa Johansen", aseguró.
Durante una visita a Graceland en 1992, Johansen se hizo pasar por Lisa Marie Presley, entró en una habitación privada, tomó algunos objetos y huyó cuando empezó a sonar una alarma de seguridad, sostuvo Singer.
Maria Skelly, una vocera de Johansen en Washington, declaró que la familia Presley ha sido "provocadora y hostil" y tuvo acciones intimidatorias para que ésta se fuera y no se atreviera a regresar con ningún reclamo. "Ella ha tenido la esperanza de resolver toda la situación en privado dentro de la familia", dijo Skelly.