Ha demostrado con su proceder como trabajador del medio que siendo muy joven, se debe ser respetuoso no solo con sus colegas que durante muchos años han abrazado como profesión este difícil y tortuoso camino del espectáculo.
Ha sido respetuoso con el público que apoya ciegamente sus actividades. Y de la misma forma lo ha sido con los periodistas que se dedican a reseñar actividades artísticas.
Nunca ha sido blanco de críticas por tacañería en el obsequio de boletas para gente del medio, agencie de publicidad o canales de televisión, programas y “buscavidas que siempre piden más de la cuenta”.
Con la situación en que se vio envuelta el periodista Vianco Martínez y la seguridad que trabaja para Saymon, fue caballeroso al pedir excusas y pienso que esto no se repetirá y punto.
Pero el consejo que le damos a Saymon no va en la dirección de sus colegas, de los periodistas o de la seguridad dirigida por otro caballero los medios en el caso de Rafael Vargas, el hermano de Wilfrido.
De lo que se debe cuidar Saymon es los “lambones, hipócritas y farsantes” que lo están arropando, rodeando y con los términos de los muchachos de ahora “mareando”
Saymon debe cuidarse de los falsos profetas que están apostando que caerá en desgracia de un momento a otro o de que su fracaso esta al doblar de la esquina. Y no amplio más porque no quiero ser de la legión que está sentada en las graderías a la espera de su FRACASO….