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El sacerdote Rafael Marcial Silva estuvo relacionado con los mítines de “reafirmación cristiana”, los
cuales auspiciaron los sectores más conservadores de la iglesia
católica, como antesala del golpe contra el gobierno constitucional de
Juan Bosch, el 25 de septiembre de 1963.
“Es como una persecución que no
cesa, no pasa inadvertida ningún año, y siento que cada mes de
septiembre me convierto en la víctima por esa desafortunada conspiración”,
Alegó el sacerdote en declaraciones al
Listín Diario, el 23 de septiembre de 2010, como si cargara una cruz
eterna por su protagonismo oratorio en esos eventos conspirativos.
Sin embargo, Silva fue orador en la
mayoría de esos actos de masas, los cuales sirvieron de propaganda para
la justificación del golpe de estado y las peroratas anticomunistas de
la guerra fría. El periodo julio- agosto 1963 fueron celebrados esos
mitines a nivel nacional, bajo la consigna “Democracia si, comunismo no“.