Un pequeño salto cualitativo es lo que reclama la televisión meridiana
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Johnny Arrendel |
Por Johnny Arrendel
Contrario
a lo que se extrapola de la conversación entre Zoila Luna y Jochy
Santos, creo que el Show del Mediodía está en un momento interesante
dentro de su prolongada historia.
Interesante,
por no decir en sus mejores tiempos, ya que el concepto “mejor” debería
estar vinculado indisolublemente a la calidad, pero históricamente en
La Costumbre ha predominado la inmediatez.
Tanto
es así, que por años incorporó un preámbulo que se llamó “Friendo y
Comiendo”, que nació como segmento y luego se configuró como programa.
Es
importante establecer que difícilmente en un producto puedan confluir
“lo bonito, lo rápido y lo barato”. Si combinara dos de estas
características, probablemente adolecerá de la tercera.
Cuando
indico que el Show está en una coyuntura interesante pretendo
relativizar esta premisa, ya que sus tiempos de gloria y de impacto
extraordinario tal vez no vuelvan.
Pero
si visualizamos la vitrina que aglutinaba talentos como Yaqui Núñez del
Risco, Freddy Beras Goico, Julie Carlo, Cecilia García, Cuquín
Victoria, Huchy Lora, Milton Peláez, Jorge Taveras, Felipe Polanco,
Zoila Luna, entre otros miembros de su staff fijo, el poderío del
espacio era prácticamente obligado.
A
todo esto, los artistas de mayor arrastre se presentaban días fijos en
el Show, donde aprovechaban para estrenar sus nuevos temas.
Igualmente,
casi todo artista internacional que venía al país, fuese bisoño o de
gran renombre, tenía que pasar por La Costumbre como parte de la
promoción de su espectáculo.
También
hay que decir que la efervescencia y curiosidad del público con
relación a los artistas nacionales era más intensa en aquellos tiempos,
a pesar de que sus apariciones en la televisión eran frecuentes.
Por
eso creo que la realidad de que en estos tiempos de tanta competencia y
opciones el Show del Mediodía haya logrado colocarse nuevamente en la
atención del público, es un mérito importante.
Posicionarse
en la televisión diaria implica en estos tiempos un esfuerzo mayúsculo,
que parte de identificar correctamente los intereses del target del
público dado.
Observemos
que el nuevo concepto del Show ha logrado conformar una revista basada
en la información, la opinión y el análisis del día a día, matizada por
una que otra actuación artística.
Los
demás programas del mediodía se empantanan en cortinas musicales,
presentaciones interminables mutuas entre los conductores y actuaciones
artísticas de rutina.
Aunque
es material para otro análisis que vendrá, los fines de semana tenemos a
un Roberto Angel Salcedo que exprime un formato estático por más de 25
años y que heredó de su padre.
Y
en la acera de enfrente, Jochy Santos atrapado en el recurso de la ya
caducada chercha, que insiste en la pendejada de “el tema del día”.
Por
supuesto que en términos de depuración, la propuesta que encabeza Iván
Ruiz aún tiene mucho que resolver, pero se ha colocado un paso adelante.