Para Pablo Milanés (Bayamo, 1943), el
momento de sentarse a escoger el repertorio de sus conciertos es
especialmente "doloroso".
Sostiene Milanés que "uno no tiene la menor idea" de
qué es lo que hace que una canción llegue a trascender los límites del
repertorio habitual para convertirse en un éxito o en el
acompañamiento emocional de varias generaciones.
"Y cuando pienso en
ello, me viene a la cabeza una vez que estaba haciendo un disco y me
faltaba una canción. Tenía ya nueve, pero el álbum había de llevar 10.
Así que me senté y me puse a hacer un tema de relleno. Al final, aquella
canción se convirtió en un tremendo éxito. Era Yo no te pido. Por eso siempre pienso que no se puede calcular ese momento".
En su caso, la fórmula para conseguir canciones como Yolanda pasa
por "un equilibrio entre creatividad e inspiración" y, sobre todo, en
un momento mágico como es la comunicación con el público. "No hay mayor
forma de expresión que poner el resultado de tu trabajo ante otras
personas. Ese espacio que se da entre tu obra y la emoción del público. Ese momento es algo incalculable y por él doy la vida", explica.