Calles casi vacías, con muy pocas personas y vehículos, inundaciones producidas por las lluvias que caen de manera intermitente sobre todo el territorio de República Dominicana como consecuencia de la tormenta tropical Franklin, y sus efectos en el país.
Solo los supermercados, mercados, colmados y farmacias como negocios normales se mantienen abiertos. La ciudad parase estar bajo un toque de queda.
Un fuerte oleaje en el mar Caribe, una labor de limpieza de parte de los camiones recolectores de basura y brigadas de las alcaldías del Distrito Nacional y Santo Domingo Este y una intensa vigilancia por parte de los agentes de la Policía en todas las vías principales de la ciudad.