Europa tiene varias vacunas de las que puede escoger, pero la decisión sigue siendo complicada en el continente donde el virus está resurgiendo
Los gobiernos del mundo enfrentaban el martes un difícil dilema: permitir el uso de la vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca o suspenderlo ante reportes de que causan coágulos sanguíneos, a pesar de que el regulador europeo insistió en que no hay indicio alguno de que los problemas de salud hayan sido causados por las inoculaciones.
La situación ha dividido a los países del mundo, obligando a los líderes a evaluar los riesgos de suspender el uso de dicha vacuna en momentos en que muchas naciones, especialmente en Europa, están sufriendo dificultades logísticas en su campaña de vacunación y enfrentándose a sectores de la población reacias a inyectarse.