El cantautor argentino-venezolano Ricardo Montaner saca al mercado este viernes su vigésimo cuarto disco, titulado "Montaner" y creado para recordar "a la gente lo rico que es bailar pegao", según dice en una entrevista con el vocalista
"Este álbum está hecho a propósito para el reencuentro de la pareja, que la gente entienda que es eso de bailar en un ladrillo y que eso del romanticismo es algo hermoso y que no está demás invitar a tu pareja a salir a bailar, o poner el volumen alto bailar en un rinconcito o en cualquier parte de tu casa, indica Montaner.
A sus 61 años y con la experiencia de casi cuatro décadas sobre los escenarios, Montaner no cree en las reinvenciones, sino en la evolución del artista.
En una entrevista realizada en el restaurante que posee en Miami Beach, aseguró que su estilo musical se ha nutrido "orgánicamente" con los sonidos que se escuchan en su casa, que es el punto de encuentro de productores, compositores y artistas.
Ese fue el ambiente que incorporó al disco, para el que rompió con su tradición de producir y componer en solitario, o acompañado por un solo colaborador.
"Por primera vez 'invité a siete u ocho productores y compositores", contó. "Todos tenemos en común el amor por la música y me ayudaron a mantener la esencia de mi origen y pude vestir las baladas con estas atmósferas que las hacen más actuales".
Entre ellos estuvieron sus hijos Mau y Ricky, con quienes grabó el tema "Una canción para el despecho", co-producida con ellos, asi como el puertorriqueño Tainy, quien ha trabajado con Wisin y Yandel, Arcángel y Shakira.
También su futuro yerno, el colombiano Camilo Echeverry, que fue otro de los productores.
Camilo había revelado que "trabajar con el suegro no fue nada fácil" y Montaner explicó que lo que paso es que "estaba más asustado por el suegro que por el artista, estaba asustado de sugerir cosas al principio hasta que agarró confianza".