"Es una tragedia, una nueva tragedia aérea, conoceremos todas las
causas y, por supuesto, las comunicaremos" a las autoridades españolas,
alemanas y a las familias, afirmó el presidente francés, François
Hollande.
El mandatario francés habló por teléfono con Merkel, para expresarle
"todo su apoyo". Y luego se reunió brevemente con el rey de España
Felipe VI, que acababa de llegar a París para una visita de Estado de
tres días.
"Tengo la voluntad de saber si no ha habido otras consecuencias de
este accidente que se produjo en una zona muy difícil de acceso",
aseguró el presidente, que reconoció desconocer si el aparato había
alcanzado alguna vivienda al estrellarse.
"La solidaridad debe ser nuestro primer sentimiento en esta espera", declaró el presidente.
Se trata de la peor catástrofe aérea en Francia desde que se estrelló
un Concorde al despegar del aeropuerto de Roissy, el 15 de julio de
2000, dejando 113 muertos.