El Grupo SIN
negó que la salida de los reputados periodistas Marino Zapete y Edith
Febles del matutino El Despertador se haya debido a presiones del poder
político, al precisar que obedeció estrictamente a razones de
sostenibilidad financiera y de reenfoque del espacio televisivo que en
nada cambiará su actual amplitud y libertad editorial.
El presidente de la empresa, Fernando Hasbún, afirmó que SIN “no ha
recibido ni acepta presiones ni condicionamientos de ninguna índole,
provengan del sector oficial o privado, porque sería traicionar su
invariable compromiso de informar al país y los ciudadanos de todos los
temas de interés general”.
“Los primeros que saben eso y que pueden dar testimonio al respecto son
esos destacados comunicadores, ya que como ellos admiten, nunca se les
trazó pautas ni se les puso obstáculos de ningún género para que
ejercieran un periodismo de opinión absolutamente libre e independiente
como a ellos les caracteriza y que la gente valora y aprecia”.
Dijo que esa línea editorial, comprometida siempre con lo que el
público debe conocer y saber, sin importar a quien moleste o perjudique
se mantiene invariable e invitó a los miles de seguidores de El
despertador a permanecer atentos al espacio en su nueva etapa para que
comprueben si bajarán la guardia como garantes e intérpretes del
sentimiento y las expectativas de la gente, especialmente de los
débiles, los pobres y los que se sienten oprimidos”.
Hasbún lamentó la partida de Zapete y Febles, “quienes durante siete
años estuvieron frente a El Despertador haciendo un periodismo
profesional, respetable, sin cortapisas ni restricciones de parte del
Grupo SIN, sin importar temas, personajes o coyunturas en la vida
social, económica o política de la nación”.
“El replanteamiento de productos y servicios es un ejercicio común y
cotidiano en todas las empresas privadas cuando los resultados
financieros no están acordes con las expectativas y se demandan costos
razonables, sin los cuales ningún medio o programa puede subsistir”,
dijo Hasbún.
Asimismo, dijo que “la prueba inequívoca de que esta ha sido la razón
de la medida se explica en el contexto de lo que ha pasado con medios
de comunicación como Ultima Hora, El Expreso y la revista La Lupa, que
era parte del Grupo SIN y que tuvo que salir de circulación por razones
financieras, permaneciendo hasta su último número comprometida con un
periodismo crítico, plural e independiente”. Agregó que en el caso de El
Despertador “lo que se busca precisamente es la rentabilidad para
preservar ese importante espacio de orientación, a fin de que siga
contribuyendo a la libertad y la democracia del pueblo dominicano”.
Sostuvo que la historia del Grupo SIN está indeleblemente escrita en
una década de servicios informativos y de investigación periodística a
la sociedad dominicana, basados en la difusión de los hechos tal y como
acontecen, dando cabida al libre juego de las ideas y respetando los
puntos de vista antagónicos sin exclusión alguna.
Finalmente y para la debida edificación de la opinión pública, Hasbún
señaló que las empresas periodísticas tienen la obligación –como
cualquier otra empresa que pretenda sobrevivir en el mercado- de ser
competitivas y rentables para poder sostener la libertad y la
independencia.