A modo de reflexion
Por Bolívar Balcacer
Los comunicadores dominicanos, tras la muerte de Freddy tenemos que reformatear nuestro cerebro y encontrarnos con los principios morales y éticos que él nos legó al igual que don Rafael Herrera, si no cambiamos el rumbo, seremos boñiga pisoteada por el pueblo, el que nos fulminará como plagas inservibles, la patria necesita comunicadores reales no mercaderes de la palabra. Tenemos que seguir los pasos de Jesús comunicador a tiempo completo como bien nos señala Juan Pablo II
Sabemos que los artistas tienen en común la experiencia de la distancia insondable que existe entre la obra de sus manos, por lograda que sea, y la perfección fulgurante de la belleza percibida en el fervor del momento creativo: lo que logran expresar en lo que pintan, esculpen o crean es sólo un tenue reflejo del esplendor que durante unos instantes ha brillado ante los ojos de su espíritu.
Los compañeros comunicadores, los llamados comunicadores de nuevo tiempo, los de internet, tienen que evaluar cual fué su aporte en el caso del seguimiento de la muerte de Fredy como fuente informativa, es notoria la apatía en una gran parte de los que se hacen llamar líderes de la nueva comunicación, la muerte de Fredy y su pensamiento como reformador social, más la ceguera de unos cuantos plantea una situación distinta, la que nos llama a reflexionar.
Juan Pablo II en una de sus enciclicas referente a la comunicacián nos deja un mensaje claro, por lo que tenemos que comenzar a diferenciar, los mercaderes de la comunicación de los que realizan un trabajo a corde con los problemas sociales de nuestro pueblo, dice el papa:
"Vivimos en una época de comunicación global, en la que muchos momentos de la existencia humana se articulan a través de procesos mediáticos, o por lo menos, con ellos se deben confrontar. Me limito a recordar la formación de la personalidad y de la conciencia, la interpretación y la estructuración de lazos afectivos, la articulación de las fases educativa y formativa, la elaboración y la difusión de fenómenos culturales, el desarrollo de la vida social, política y económica".
Dentro de una visión orgánica y correcta del desarrollo del ser humano, los medios de comunicación pueden y deben promover la justicia y la solidaridad, refiriendo con verdad y cuidado los acontecimientos, analizando en modo completo las situaciones y los problemas, y dando voz a las diversas opiniones. Los criterios supremos de verdad y de justicia, en el ejercicio maduro de la libertad y de la responsabilidad, constituyen el horizonte donde situar una auténtica deontología en el aprovechamiento de los modernos y potentes medios de comunicación social.
Informar no es sólo interesarse por ciertos ámbitos considerados importantes, como la economía, la política, la cultura, el periodismo insulso de farandula o la ecología, sino también por la propia información y la comunicación. Es necesario que los medios de comunicación y los comunicadores en sentido general, analicen su propio funcionamiento. Los medios y los que gravitamos en ellos ya no puedemos presentarnos simplemente como un ojo que mira, y que no puede verse
La muerte de Fredy nos obliga, nos llama a cambiar la ruta, a ser más íntegros, a despojarnos de los egos y del afán de lucro, nos llama a abandonar la gula por el dinero, aunque estemos pasando por valles de muerte y de miseria espantosa.
Cuando este domingo 21 el cuerpo inerte del insustituible Fredy Beras Goico baje a la tumba fría y la melancolía salga de la olla de presión y nos permita volver a la realidad, entonces tendremos que entender por el bien de la clase y del país todo, que el positivo desarrollo de los medios de comunicación al servicio del bien común es una responsabilidad de todos y cada uno de nosotros. Debido a los fuertes vínculos que los medios de comunicación tienen con la economía, la política y la cultura, se hace preciso un sistema de gestión que pueda salvaguardar la centralidad y la dignidad de la persona, la primacía de la familia, célula fundamental de la sociedad, y la correcta relación entre las diversas instancias.
Si no cambiamos como informadores, los encantadores de serpientes que han secuestrado el país, y han doblegado a miles de comunicadores por el estomago, destruirán la patria de punta a punta con la complacencia de los que venden por un plato de lentejas su moral, sus principios y sus compromisos con la sociedad, si eso sucede?, entonces seremos responsables de la destrucción de la isla y de no haber tenido el coraje de mantener la llama ardiente de Don Rafael Herrera, Orlando Martínez, Gregorio Garcia Castro Guido Gil, Marcelino Vega, Armando Almánzar y cientos de comunicadores más, porque al dejarnos amordazar la lengua, permitimos que al país se lo trague el tsunami de los indolentes con poder.
Hay que crear conciencia ya, entender de una vez y por todas, que con la muerte de Fredy hemos quedado mudos y ciegos por lo que el compromiso de cambio en la estructura del llamado cuarto poder y de los instantaneistas de hoy, nos espera, como los cristianos esperaron al reformador social que fue Jesús, quien en el sermón del monte nos deja claro que es un comunicador a tiempo completo.
“Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos recibirán misericordia.
San Mateo 40:5:1 al 12
Hasta nuestro próximo comentario