Tras superar la tristeza por la muerte de su esposo y a 28 años de su última actuación, Florinda Meza regresa al cine
Había momentos en los que Florinda Meza, después de perder a su esposo, prefería alargar las noches hasta el atardecer; dormía mucho para evadir así la ausencia: “Sólo quería dormir y no despertar”, se confiesa.
A sus 65 años, la actriz había enviudado de Roberto Gómez Bolaños, el ídolo de la comedia pero también su marido, con quien llevaba 40 años de casada.
No tenía claro lo que haría, se dedicaba a la producción, pero no actuaba desde 1991, cuando protagonizó la telenovela Milagro y magia.
“Después yo entendí que debía continuar con mi vida. A mí me hacían entrevistas o me presentaba en algún lado, y yo les decía que estaba dispuesta a trabajar, pero nadie me llamaba”, recuerda.
Fue contactada por el realizador chileno Nicolás López, quien la invitó a trabajar en su nueva película: ella interpretaría a una actriz llamada Verónica que enfrenta a vejez dentro del mundo de la actuación.
“Me dijo que estaba interesado en trabajar conmigo, yo le dije: ‘Claro, mándame el libreto’. Pero casi le quería besar la mano”.
Luego, durante el rodaje tuvo una certeza: “Yo digo que el director de esta película es como Roberto, porque él sabía escribir y este director también; de hecho mientras filmamos la película, yo sentí que Roberto nos acompañó todo el tiempo”.