En ese escenario Danilo le dirá a Leonel, más o menos: “¡Aquí estoy! ¡Yo me retiré al agotar dos períodos y tú tienes tres y quieres venir por más. Llama ahora a Bob Menendez, a Pompeo, a Marco RubioÖ para ver qué pueden hacer para impedir tu derrota! ¡Marcha ahora! ¡Obstruye ahora al Congreso Nacional y desafía a la autoridad!”.
Felipe Ciprián
felipe.ciprian@listindiario.com
Santo Domingo, RD
A partir del lunes, la lucha por la candidatura presidencial en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) entra en una carrera meteórica de solo un mes y el resultado de ella definirá el panorama nacional con precisión.
En el mismo período, pasará algo similar en el Partido Revolucionario Moderno (PRM), donde el expresidente Hipólito Mejía y Luis Abinader se disputarán la candidatura presidencial, pero cuyo resultado, cualquiera que sea, no pondrá en peligro la unidad de esa organización política, porque ambos saben perder con humildad.
No tengo duda de que finalmente en la boleta morada que irá a las primarias del 6 de octubre próximo, organizadas por la Junta Central Electoral, estarán los nombres de Leonel Fernández y Gonzalo Castillo.
Tremenda falencia sería pensar que esa formalidad explica la esencia de la confrontación que está por escalarse en el PLD. ¡No! El verdadero pleito es entre Danilo Medina y Leonel.
Más que definir una candidatura presidencial que al final unirá al 90% de los peledeístas de a pie para tratar de continuar en el poder, sin importar el deseo de Danilo y de Leonel, en las primarias de octubre se decide el mando del partido y el control del próximo gobierno, o como mínimo, una parte importante de él.
En esa lucha, Leonel se representa a sí mismo y al leonelismo. En cambio, Gonzalo es solo una pieza -importante sí- en el arsenal que debe utilizar Danilo para emboscar a Leonel que viene de agotar tres períodos de gobierno y busca inicialmente dos más, tiempo suficiente para desde el poder aplastar al danilismo y llevarlo a la tumba en la que ya tiene al PRD y al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).
¿Con qué táctica y con cuál ideología lo lograría? ¡Con el Presupuesto General del Estado y el poder que otorga el viejo Artículo 55 de la Constitución, que en 1844 era el 210 y ahora es el 128!
Ahí es que está consagrada la monarquía dominicana que tanto ansían los politiqueros y tanto babean sus acaudillados, aunque para “engañar a la Virgen María” hablen de un Estado social, democrático de derecho.