El hombre tuvo una idea: contar una historia y otorgarle un sentido visual a su música. Y desde entonces, los videoclips ya no fueron lo mismo. El pop tampoco. Ni lo fueron la estética, la producción y la coreografía. El hombre era Michael Jackson, por supuesto. Y Thriller fue la consumación de su idea: este cortometraje (así lo consideran muchos debido a su extensión original: 14 minutos) es uno de los grandes hitos de su carrera.
Y si bien se ha visto infinidad de veces (se estima que lo vieron cuatro billones de personas), todavía hoy, cuando pronto se cumplirán 36 años de su estreno, queda mucho por contar.
1. Si no le tienen fe… No todos creyeron en la iniciativa de Jackson. Para aquel entonces, parecía desmedida. Un delirio, una locura, un despropósito. Así sucede con todas las ideas geniales… Por caso, Sony Music se negó a financiar la producción del video por creer que su producción demandaba mucho dinero (entre 500 mil dólares, el más cara hasta ese momento) para un video que resultaría poco práctico (dada su extensión). El razonamiento parecía lógico. El tiempo le dio la razón al músico, quien encontró cómo financiar una parte vendiendo los derechos del detrás de escena de Thriller.
2. Un éxito que no tiene nombre. O que iba a tener otro, mejor dicho. Porque en un principio Thriller iba a llamarse de otra manera. Y a diferencia de lo que le ocurrió con la discográfica, esta vez fue Michael quien dio el brazo a torcer. El cantante quería que su álbum llevara como título Starlight. En eso estaba, muy convencido, cuando el músico y compositor Rod Temperton le aconsejó que le pusiera Thiller. Y fue escuchado. Al fin, bajo esa denominación el Rey del Pop sacó a la venta su sexto álbum (el más vendido en la historia de Estados Unidos), que respondía al nombre de su track 4. ¿Quién compuso esa canción? Temperton, claro.
3. Creer o reventar. Michael Jackson y su novia están en el cine: ven una película donde un pareja camina por el bosque de noche -un clásico- cuando el joven -personificado por el músico- se convierte en un hombre lobo. La chica del verdadero Michael no aguanta la escena y abandona la sala, aterrorizada. Él la sigue, la tranquiliza. Y emprenden una caminata por un cementerio -otro clásico-, donde empiezan a surgir los zombies. Y también la música y el baile.
Ese es el argumento de Thriller. Y si bien había sido una idea suya, el cantante creyó oportuno colocar una placa antes del video con unas palabras aclaratorias: "Dadas mis fuertes convicciones personales, quiero expresar que este filme no implica creencias en el ocultismo", se lee. Porque Michael Jackson era testigo de Jehová. Y algunos aseguran que una vez que vio el video terminado pensó en destruirlo por ir en contra de sus creencias.