De un tiempo a esta parte se ha puesto de moda en todo tipo de publicaciones que tienen que ver con el espectáculo… la llevada y traída frase de que “Fulano triunfó en tal sitio”
Otros son tan osados que insinúan que en la gira de fulano, se rompieron records de asistencia a las actividades del artista.
Otros son tan osados que insinúan que en la gira de fulano, se rompieron records de asistencia a las actividades del artista.
Pero (Y nunca falta), después del internet, todos esos viejos trucos publicitarios, han pasado de moda.
Ahora cualquier muchacho con un teléfono con cámara, revela la triste realidad que están atravesando los artistas que se dejaban llevar de su “manejador de imagen”, que los ponía en el cielo junto con San Pedro y demás allegados.
Pero lamentablemente todos esos gastados recursos promocionales se fueron en el baúl del olvido.
Pero lamentablemente todos esos gastados recursos promocionales se fueron en el baúl del olvido.
Salvo casos muy excepcionales como el de Wilfrido Vargas, que maneja su imagen a través del tiempo y sus “estrategias publicitarias son tan acertadas, que cumplen al pié de la letra con lo que él diseña. Esta estrategia ha sido tan certera, que Wilfrido lograba “pegar” en las navidades temas cuya temática, nada tenía que ver con la celebración.
Hoy día las cosas son diferentes. Un artista se va para Europa a tocar en tres bailecitos en lugarcitos de mala muerte y eso es un acontecimiento.
Y si se aparece de la Policía, eso se envía reseñado para PUBLICACION INMEDIATA.
Y si se aparece de la Policía, eso se envía reseñado para PUBLICACION INMEDIATA.
El cuento del éxito, los triunfos y los acontecimientos, sólo caben en la mente del promotor que esta ordeñando al dueño del grupo, generalmente un “Inversionista” que vive en New York, donde nadie lo conoce ni mucho menos sabe de dónde salió esa inmensa fortuna para invertir en grupos musicales.
Y las excepciones la conocemos por vía de intérpretes que como Héctor Acosta o Frank Reyes que asistieron recientemente a una malograda presentación multitudinaria que no contó con la audiencia esperada y aquello fue un fracaso total.
Pero cuanta honestidad en estos dos intérpretes…porque dijeron la verdad y no se escudaron en triunfos y éxitos que no fueron realidad.
Como decía el comercial…”Eso se llama Triunfar”!
Como decía el comercial…”Eso se llama Triunfar”!
