La nueva variante ómicron del coronavirus amenaza con estropear las fiestas de fin de año en Estados Unidos y abrumar los hospitales, que aún no se recuperan del caos causado por la variante delta.
La Casa Blanca insistió ayer en que no hay necesidad de ordenar un confinamiento colectivo, ya que las vacunas están totalmente disponibles y a todas luces protegen contra los síntomas graves del COVID-19, pero aun si la ómicron causa síntomas más leves que la delta, parece ser capaz de evadir vacunas y presenta particularmente una amenaza para los ancianos y las personas que tienen sistemas inmunológicos débiles.
“No solamente continúa la amenaza de la delta, sino que se acelera y encima nos llega la ómicron”, expresó el doctor Jacob Lemieux, quien monitorea el avance de la ómicron para la Facultad de Medicina de Harvard.
“Eso es sumamente alarmante, porque los hospitales están colmados y el personal médico está exhausto”, añadió.
earla.