El guionista de la serie vivió una muy mala racha económica que lo obligó a vender la laptop en la que escribía la historia; en un principio ninguna productora quería apoyarlo.
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El juego del calamar se volvió un fenómeno a nivel mundial al mostrar una perspectiva distópica de la vida actual, que resulta poco alejada de la realidad, pues explora los límites de la supervivencia en una sociedad altamente competitiva, marcada por la pobreza y la desigualdad. Sin duda, es una historia cruda y adictiva, pero, ¿sabias qué la serie surcoreana estuvo a punto de no ver la luz? Así lo reveló el mismo creador.
Hwang Dong-hyuk es la mente detrás de El juego del calamar, la cual trata sobre un grupo de personas que enfrentan enormes deudas y buscan cambiar su vida participando en un juego, en el que el ganador recibirá un premio millonario, pero el perdedor morirá.
Ahora, la serie es un éxito, aunque el camino para su realización estuvo lleno de obstáculos para el director, quien además de haber enfrentado complicados apuros económicos, también lidió con el rechazo, ya que durante de 10 años ninguna productora quería sumarse al proyecto.
Las crisis del creador de 'El juego del calamar'
Al igual que los protagonistas de la serie, Hwang Dong-hyuk mencionó que vivió una muy mala racha económica producto "de un montón de deudas" que le generaron problemas psicológicos e, incluso, llegó a pensar que le hubiera gustado "participar en estos juegos", confesó al medio The Times.
Tal era su mala situación que se vio obligado a vender la laptop -por la que recibió casi 14 mil pesos- en la que estaba escribiendo el guión de la serie, esto le ayudó a solventar algunos gastos, mientras seguía valiéndose de la ayuda de su madre y abuela, recoge de The Wall Street Journal.
'El juego del calamar', una serie en la que nadie creía
Las complicaciones con las que lidiaba Hwang Dong-hyuk lo llevaron a suspender el proceso creativo de la serie en varias ocasiones. Finalmente acabó el guión en 2009, el problema se presentó cuando buscó el apoyo de una casa productora o actores para realizar la serie, ya que nadie estaba dispuesto a ayudar con su realización dado el riesgo que significada llevar a la pantalla una historia tan violenta.
Tuvieron que pasar 10 años para que alguien aceptara el reto, y ese fue nada menos que Netflix. Tal parece que la plataforma de streaming no cometió un error en tomar la serie, la cual podría convertirse en uno de sus mayores éxitos por encima de Bridgerton y La casa de papel.