Nuevos detalles de la vida de Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera siguen saliendo a la luz, a pesar de que el narcotraficante mexicano ya cumple sentencia de cadena perpetua en la cárcel de seguridad ADX Florence en Colorado, Estados Unidos.
Andrea Vélez, una de las personas que testificó en el llamado juicio del siglo, concedió varias entrevistas a la periodista española Marian de la Fuente como parte de su proceso de investigación para el libro "Código Cattleya" sobre el fundador del Cártel de Sinaloa. Esas conversaciones fueron grabadas y una de ellas se dio a conocer en el programa de televisión "Suelta la Sopa", de Telemundo.
En la grabación se escucha la voz de la colombiana donde revela que "el padrino" -como también se le conocía- tenía un amor platónico, Belinda. "Estaba enamorado platónicamente de ella y trató en varias ocasiones de que yo propiciara un encuentro para llevarla a hacer un concierto en Sinaloa, más que todo en Mazatlán y poder conocerla", contó Vélez a la periodista.
Guzmán Loera no consiguió conocer a Belinda, a quien le lleva 33 años. De acuerdo con el relato, la misma Vélez conocía a gente cercana a la cantante, pero nunca llegó a hacerles ninguna propuesta: "Cómo iba a llegar a decirle: 'mira Belinda, Joaquín Guzmán te quiere contratar o alguien cercano a ella, porque quiere conocerte'".
Vélez sabía que la propuesta del narcotraficante era difícil de realizarse, "él pensaba que todo se podía comprar con dinero", dijo la testigo, sin embargo conocer a la artista era algo más complicado que sólo pagarle por un show. A pesar de nunca conocerla, "Belinda siempre siguió siendo su amor platónico", concluyó la colombiana.
La mujer trabajó con el Chapo en el proyecto para hacer una película que contara la historia del narcotraficante. Fue inculpada de tráfico de drogas en mayo de 2012 y entonces el FBI le propuso que trabajara como informante en las investigaciones contra Guzmán Loera y Alex Cifuentes, un narco colombiano. Veléz aceptó a cambio de no ir a la cárcel, además le pagaban 290.000 dólares.
La colombiana fue una de las personas de mayor confianza del Chapo, de acuerdo con el abogado de Guzmán Loera, Jeffrey Lichtman. Se encargaba de comprarle su ropa, relojes y demás cosas personales, manejaba su caja chica, coordinaba su agenda, sus contactos y era su vocera.
"El Chapo" la habría mandado matar cuando un encargo le salió mal. De acuerdo con su testimonio en el juicio contra el capo, ofreció USD 1,000,000 a los Hells Angels, la padilla de motociclistas considerada una organización criminal para que acabaran con ella. El FBI la trasladó en 2013 a EEUU y le dio una visa para testigos cooperantes.
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