Por: Miguel Melenciano
New
York, NY.-La costumbre que han creado propietarios de discotecas -ahora
lounge- ofertando a sus clientelas, entradas gratis, así como, un combo
de bebidas y picaderas a precios irrisorios para atraerlos, ha
generado pérdidas cuantiosas a los llamados promotores artísticos
independientes.
Ahora,
los que asisten a estos establecimientos, ni por el diablo, quieren
pagar entradas cuando se presenta algún artista o grupo musical de poca
trascendencia, como sucedió el pasado domingo en el Águila, de
Kingbridge, en el Bronx.
Unos
promotores artísticos se confiaron en que el Águila de Kingbridge todos
los domingos asisten entre 300 a 375 personas a disfrutar del económico
ambiente, ya que con 30 a 60 dólares se puede beber y picar ciertos
snack y gozar toda las noche.
Sucede
y viene hacer, que estos promotores, los cuales tienen bastante
experiencia en este medio, al parecer erraron en los cálculos, pues
pensaron que contratando a "Amara La Negra", con un temas fiambre, que
estuvieron pegados varios meses atrás, harían su agosto en noviembre.
No
solamente los promotores se confiaron, sino también, la propietaria del
negocio, pues prometió realizar la promoción radial, televisiva y la
distribución de poster y flayer, pero no cumplió, pensando también que
tenían un público asegurado como todos los domingos.
Tremenda
sorpresa para ambas partes, Amara La Negra y su "porom pom pom", en vez
de atraer mínimamente el público que suele ir a este lugar, ahuyentó a
los que frecuentan, y también a los que se suponían que asistirían,
recibiendo tan solo 105 personas que pagaron 20 dólares para presenciar,
precisamente, su "porom, pom, pom".
Amara La Negra le hizo honor a su arte en New York...se desculó. |
Si
multiplicamos 20 por 105 tenemos un total de US$2,100 dólares hechos en
la puerta y le restamos US$ 5,000 dólares que cobró el representante de
la cantante, tendríamos una pérdida de US$ 2,900 dólares para los
promotores que la contrataron.
Pero
también la diminución del público que acostumbra visitar este lugar los
domingos, generó una diminución en el consumo de la bebida, y por ende,
la casa tuvo una cuantiosa perdida, en momento en que la situación no
está buena en New York.
En
sumatoria, esto quiere decir, que a parte de la sobrevaluación del pago
de Amara por presentación, también deja perdida en el consumo, no
siendo una buena inversión, tanto para los promotores artísticos, como
para los dueños de discotecas o lounge.