Dalia Fernández tuvo un reinado de mala suerte. Siendo reina se lanzó
como imagen de la campaña publicitaria a favor de Hipólito Mejía como
candidato a la presidencia de la República, pero tuvo la mala suerte de
que "El Guapo de Gurabao", perdió las elecciones.
Luego su reinado no tuvo el esplendor ni el brillo que se esperaba. Aunque no creemos en cábalas, dicen que se le pegó "un fucú". Incluyendo a un novio... Cometió errores, como fueron las escandalosas publicaciones, de fotografías, como la que publicó Johnny Arrendel de ella en la playa, con un señor en pose y vestuario impúdico.
Con ello abarataba su imagen. Para colmo, ahora el escándalo de que un ex novio la deja a pie, al despojarla de un vehículo que le había obsequiado. Es tan tontita la pobre, que ella misma se encarga de publicar que su ex novio le está quitando el carro.
Debió devolvérselo envuelto en papel de celofán. Ello viene a revelar aún más las precariedades de los reinados dominicanos, y lo mucho que han descendido.
En otros tiempos se le obsequiaba un carro a la reina, como parte del paquete de beneficios, de regalos y de ventajas que se le daba a la Miss República Dominicana. Ahora tienen que conformarse con premios tales como una orden para arreglarse el pelo por un año en un salón, tandas de ejercicios gratis en un gimnasio, y otros regalos chatarros, de poca monta.
De momento incluirán una orden de picapollo en el Expreso Oriental, una caja de pinchos y una redecilla, porque los tales concursos de belleza se han convertido en un verdadero relajo. Nada más falta que el día del reinado las atracciones artísticas sean Palito de Coco y "ánimo, ánimo ánimo, one, two, three, four, five", de Franchesca, para acabar de completar.
Sencillamente, así no se puede... Son concursos que han caido tanto, que ya lo que hacen es rendirle culto a la miseria. A las reinas no les queda más remedio que "buscársela" con los templos que regalan carros y después se los quitan...
No pierdan las esperanzas, que si Leonel Amonte o Ramocito Báez Figueroa vuelven a coger el concurso es seguro que las cosas cambiarán. Así es que sientense a esperarlo, y ¡ánimo, ánimo, ánimo!. No lo pieran, muchachas...
(merengala.ne)
Luego su reinado no tuvo el esplendor ni el brillo que se esperaba. Aunque no creemos en cábalas, dicen que se le pegó "un fucú". Incluyendo a un novio... Cometió errores, como fueron las escandalosas publicaciones, de fotografías, como la que publicó Johnny Arrendel de ella en la playa, con un señor en pose y vestuario impúdico.
Con ello abarataba su imagen. Para colmo, ahora el escándalo de que un ex novio la deja a pie, al despojarla de un vehículo que le había obsequiado. Es tan tontita la pobre, que ella misma se encarga de publicar que su ex novio le está quitando el carro.
Debió devolvérselo envuelto en papel de celofán. Ello viene a revelar aún más las precariedades de los reinados dominicanos, y lo mucho que han descendido.
En otros tiempos se le obsequiaba un carro a la reina, como parte del paquete de beneficios, de regalos y de ventajas que se le daba a la Miss República Dominicana. Ahora tienen que conformarse con premios tales como una orden para arreglarse el pelo por un año en un salón, tandas de ejercicios gratis en un gimnasio, y otros regalos chatarros, de poca monta.
De momento incluirán una orden de picapollo en el Expreso Oriental, una caja de pinchos y una redecilla, porque los tales concursos de belleza se han convertido en un verdadero relajo. Nada más falta que el día del reinado las atracciones artísticas sean Palito de Coco y "ánimo, ánimo ánimo, one, two, three, four, five", de Franchesca, para acabar de completar.
Sencillamente, así no se puede... Son concursos que han caido tanto, que ya lo que hacen es rendirle culto a la miseria. A las reinas no les queda más remedio que "buscársela" con los templos que regalan carros y después se los quitan...
No pierdan las esperanzas, que si Leonel Amonte o Ramocito Báez Figueroa vuelven a coger el concurso es seguro que las cosas cambiarán. Así es que sientense a esperarlo, y ¡ánimo, ánimo, ánimo!. No lo pieran, muchachas...
(merengala.ne)
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