Por Bolívar Balcacer
Hace unos años siendo estudiante en Montreal, el profesor Javier Puig me dijo que leyera la historia de la maldición de la india Malinche, una de las historias más tristes que he leído por años, la que tiene que ver con el pueblo mexicano y con el salvajismo español.
En estos días he meditado mucho, me he retraído en la soledad de mi alma después que visité Israel para encontrarme con mi adentro, he querido explorar en lo profundo de mi para corregir cosas, en este transito he visto como en una bola de cristal como se olvidan los hombres de su compromiso social, moral y afectivo, viví recientemente en mi pueblo como la gente abandonó a uno de los líderes populares más solidos en su lecho de enfermo, cuando murió Juan Morris Duran fueron contados los asistentes a su funeral para comparar el trabajo y los aportes que este brindó.
Hoy pienso con amargura que será de mi pueblo cuando el ultimo gran líder apague su tea para encontrarse con Dios, y con él muera la risa y muera el critico firme que se plantó para defender la patria, me refiero a Fredy Beras Goico.
Pero lo que más me apena es ver como arrastramos las cadenas del odio, de la intriga, del sin razón, usando todos los recursos posibles de masificación, internet, radio, Televisión, Periódico, me pregunto, porque somos tan mezquinos los dominicanos, porque traemos tanto odio desde las persecuciones de los nitainos, pasando por la historia hasta hoy en día.
Busco entre los libros y diccionarios la razón de ese odio incrustado en los tuéstanos de nuestros huesos y encuentro que el odio es una intensa sensación de desagrado. Se puede presentar en una amplia variedad de contextos, desde el odio de los objetos inanimados o animales, al odio de uno mismo u otras personas, grupos enteros de personas, la gente en general, la existencia, o todo. Aunque no siempre , el odio a menudo se asocia con sentimientos de enojo.
Recuerdo que la ultima entrevista que concedió a un medio televisivo dominicano antes de morir el Dr. José Francisco Peña Gómez fue a Teleuniverso Canal 29 de Santiago, me correspondió amí como director de prensa entrevistar y maquillar al líder a las 5 de la mañana de un oscuro sábado, entre una de las preguntas que le formulé, le cuestionaba sobre si abrigaba odio en su corazón, me contestó firmemente, "yo estoy por encima del bien y del mal, a esta altura de mi vida no puede anidar odio en mí, sino amor y afectos para mis adversarios", luego saldría el spot famoso donde él habla de perdón.
En sus últimos meses de vida el presidente Balaguer solía repetir entre los más cercanos "De cuanto amé poco existe, caminando sobre el lodo, me acerco al final de todo desengañado y más triste" también decía "a esta altura suprema, no llega el canto del grillo, ni el de la envidia sin brillo, ni el de la lengua blasfema"
Todas esas palabras retumban en mi mente a medida profundizo en mi soledad y en mi exploración personal, recogiendo los retrojos del periodismo que se realiza hoy, me pregunto que tanto mal pudo haber producido fulano o mengano para que se le trate como se le está tratando.
No comprendo, no puedo comprender cual es el daño que ha producido el músico dominicano Omega para que se le trate como a un enemigo feroz, que motiva que se volque tanto odio contra un ser humano que el único defecto que tiene es no tener buenos asesores y haber triunfado sin ayuda de padrinos, porque se le fulmina de forma tan virulenta, que carma persigue a este joven para que lo crucifiquen de esa manera, lo peor, que sus críticos no ven la viga en su propio ojo.
Otra cosa que no logro entender es el afán desmedido por destruir a Michael Miguel cuando este hombre lo que ha tratado es de abrir un trecho en el camino para darle un plato de comida a su familia. Siempre escuché decir a mi abuelo "las fieras no se acorralan"
No entiendo cuando se me dice que hay que acabarlo porque da duro, pero no somos nosotros los que aclamamos a Dios, al mismo Dios que dice que hay que perdonar 70 veces 7, pero no es ese mismo Dios encarnado en Jesús que puso la mejilla para que se le golpeara de nuevo, no es ese mismo Cristo que clama que no vea tu mano izquierda lo que hace tu derecha?, a que se está jugando, al falso cristiano, al que lleva a Cristo en el frente y al demonio en la espalda?