Buscaban sanar las heridas de su relación para buscar el bienestar de su hija en común, pero Bradley Cooper y la modelo rusa Irina Shayk terminaron y ya se enfrentan a un proceso para luchar por la custodia de su la pequeña Lea De Seine.
Y es que lo intentaron, pero no pudo funcionar. Pasaron un tiempo distanciados para descubrir si las cosas mejoraban, aunque era difícil alejarse por completo, según una fuente reveló a E! News.
Los arreglos que probaron no rindieron frutos, pese a que querían solucionar la problemática por el bien de su hija en común. Y es que después de la llegada de la niña, Irina quería un mayor compromiso por parte de Cooper, pero eso no prosperó.
"Nunca se casaron después de tener a la pequeña. Irina sabía que esto pasaría, sentía que nunca hicieron verdaderamente una vida juntos, más allá de su hija", reveló una persona al medio especializado Page Six.
Y es que la modelo nunca se sintió en casa. Vivían en la casa de él, y nunca hubo planes para comprar su propio hogar, en conjunto.
Por si fuera poco, "cuando la lujuria se desvaneció", se dieron cuenta de que tenían muy poco en común, después de cuatro años juntos.
También estuvo implicado el proceso de rodaje de "A star is born", donde el actor y director trabajó con Lady Gaga. Cooper estuvo "emocionalmente ausente para la modelo rusa" durante todo el tiempo de filmación.