.
Por Cholo Brenes
Desde mucho tiempo atrás escuchaba esta frase cortada “que entre músicos te vea“, anunciando un mal agüero.
Viene
como miles de frases del latín, que nuestros antecesores la usaban
mucho. Por primera vez la uso yo y creo que es una gran verdad.
Es un presagio, una advertencia moral muchas veces mal entendida.
Alrededor
del 2007-2008 recuerdo haber leído un artículo del periodista Joseph
Cáceres en el cual trataba indirectamente de esta afirmación con un
ejemplo. Sostenía cómo los músicos de larga data y gran preparación
presentaban problemas en la banda que se creaban en los años 70, y hasta
hoy. Ponía de ejemplo al virtuoso Kilvio Fernández quien daba notas
agudísimas con su trompeta en determinados momentos en los conciertos de
la orquesta de Wilfrido Vargas. Decía, que este último -Wilfrido- hacía
gestos mientras se colocaba delante para taparlo y que se crea que era
él y no Kilvio quien tocaba la pieza.
Y es que los integrantes de orquestas que gozan de popularidad y calidad individual presentan muchos problemas de personalidad.
La
Orquesta “Los Hijos del Rey” es un buen ejemplo de ello, por eso sus
fundadores duraron tan poco tiempo juntos, había muchas estrellas ahí.
En
la bachata prácticamente la mayoría llega por que desde abajo han hecho
un trabajo palmo a palmo. Decenas de ejemplos hay de muchos cantantes,
que tocando en colmadones, galleras y comarcas hoy tienen fama nacional e
internacional y mucho dinero.
Pero,
ahora viendo el caso de los bachateros de ahora, que odian hacerlo,
estos pretenden que les lleguen contratos de millones y todo a los pies.
Es increíblemente ridículo.
Otro
caso es también el de los urbanos, estos muchas veces pretenden lograr
dinero y fama al igual que los demás pero no haciendo lo mismo.
Estos no solamente no quieren cantar en lugares populares o humildes, sino, que tampoco tienen claro su camino a seguir.
Muchas
veces lo que quieren es que todo llegue a su puerta y la mayoría son
vagos, no les gusta trabajar. Sin trabajo, al menos por su proyecto no
alcanzaran nada. Entonces usted los puede ver tirándole al que si lo
hace, al que no tiene desesperación y que tiene claro su propósito en el
género.
Ciento
de veces hemos dicho que muchos de nuestros cantantes no saben leer ni
escribir y si dominan las dos cosas no leen ni los comics. Otros, que si
tienen preparación en su área, piensan que saben manejarse solos y
cometen el error de molestar en la oficina de un manager, pedirle su
consulta, no quieren pagarla y al final no escuchar sus consejos porque
tienen criterio sordo y por eso terminan en el Cristo Redentor, mueren
en el intento….
Cuando usted decida emprender el camino dentro de la música popular, en general, no se olvide de esta frase de nuestros abuelos;