Por Miguel Angel Herrera
La excelente exposición que presenta en una columna la periodista CRISTINA LIRIANO del matutino EL DIA, es para ponerse a pensar que el negocio del espectáculo ha llegado a niveles nauseabundos.
Denuncia CRISTINA en dicho trabajo, de que ha llegado hasta ella la información que da cuenta de la practica cada vez mass común entre artistas, que pagan para que los temas de su competencia, sean silenciados o sacados de la programación de algunas estaciones radiales tanto de la capital como del interior del país.
Y esta es una verdad a medias.
Nosotros hemos sido enterados de que no solo está sucediendo en las estaciones de radio, sino que en medios escritos se está mantenido una situación peor.
Muchos “empresarios” se las ingenian y van donde los directores de los periódicos a llevar sus notas, las que evidentemente deben aparecer porque “las envía el jefe”.
Entonces cuando aparecen las notas toman al artista como “un tonto útil” y le dicen que hay que pagarle al editor, por la noticia que apareció.
Pero ni el editor lo sabe, ni el director lo sabe y ahí entre el empresario a “COBRAR” y por supuesto a poner en entredicho la seriedad del editor de la sección de espectáculos.
La pasada semana en un encuentro en el que concurrían dueños de medios, alguien tocó el tema del espectáculo y los tentáculos que desarrolla dentro del medio y dentro de sus periódicos.
La respuesta no se hizo esperar y las investigaciones van bien adelantadas, para ver quien esta de verdad en ese negocio y a quien lo están “difamando”.
Por supuesto que no bailan todos la misma música. Pero el tema de las Relaciones Públicas en los periódicos está tomando cuerpo y como dijo una ejecutiva de medios presente en la actividad de la semana pasada…”allá se comen la gallina y nosotros sabemos donde se están escondiendo las plumas”.