Ya es un hecho. Los circos en México no podrán utilizar animales
silvestres en sus espectáculos. La ley que impulsó el Partido Verde
Ecologista y que fue aprobada por el Senado en enero de este año ha
entrado en vigor este miércoles.
Sin embargo, como en todo ley, la
implementación es la parte más difícil y en este caso los cirqueros
tendrán que descubrir si un show sin animales sigue siendo un atractivo
para la gente.
El circo en México es una tradición de más de 200 años que envuelve a
familias completas. Los que se dedican a ello nacen, se educan y
trabajan rodeados de animales, payasos y malabaristas. Armando Cedeño,
presidente de la Unión Nacional de Empresarios y Artistas de Circo (UNEAC)
y dueño del circo los Hermanos Cedeño, asegura que alrededor de 10.000
familias se verán afectadas por esta nueva ley. El cirquero, de 49 años,
dice que luchará por continuar ofreciendo espectáculos, pero admite que
no sabe si conseguirá que el público acuda. Lo que más le preocupa, sin
embargo, son sus animales.
Los cirqueros deberán donar sus animales
al Estado sin recibir nada a cambio. Y, si por el contrario deciden
quedarse con ellos, su mantenimiento se volverá insostenible. Cedeño no
los quiere regalar, pero tampoco sacrificar. “Cada tigre de bengala
cuesta 5.000 dólares y el doble si es amaestrado. Yo tengo seis y son mi
única propiedad. Nos prohíben que salgan
en nuestros espectáculos y tampoco los podemos vender. Nos atan de
manos. Además nunca han venido a ver cómo tratamos a los animales. No
los maltratamos y viven mejor que en algunos zoológicos”, denuncia
Cedeño quien lleva desde enero luchando por conseguir eliminar o aplazar
la ley.
En México hay 2.000 ejemplares de animales salvajes registrados en 199 circos, según datos de la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat).
Ambas cifras podrían ascender al doble, según Cedeño y la propia
Semarnat, por todos aquellos que no se han dado de alta. El Partido
Verde asegura que trabajan en conjunto con ONG como Animal Heroes y Big Cat
para la creación y mantenimiento de santuarios de animales. Uno de los
prometidos se ubicará en el Estado de Chiapas. Y es entre estos lugares y
los distintos zoológicos donde serán recibidos todos los ejemplares.